LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

Málaga 2 de diciembre de 2008

m.montescleries@telefonica.net

 

CARA O CRUZ

     

         En nuestra vida, algunas veces, no demasiadas, se nos plantean dilemas en los que hay que enfrentarse tomando una opción rotunda. Son esas situaciones en las que no valen las medias tintas. Se trata de decidir sin ninguna duda: blanco o negro;  el bien o el mal;  si o no.

 

       Estos días se ha levantado una gran polémica en nuestro país provocada por una decisión judicial referente a la retirada o no de los crucifijos de las escuelas públicas de una determinada provincia. Y como uno anda por los medios, le espetan la pregunta con ánimo de “buscarle las cosquillas”. Esto no es nuevo, salvando las distancias, a Jesucristo lo quisieron “liar” con la pregunta del Cesar y Dios, con la consiguiente respuesta basada en la moneda. Yo tampoco eludo la respuesta. Que hagan lo que quieran.

 

     Unos te esgrimen la Constitución como elemento disuasorio para la permanencia o no de los crucifijos  en las aulas. Esta claro que la Carta Magna no recoge la presencia de los mismos, pero tampoco la prohíbe. A mí me pasa con esta situación como la planteada con los Belenes. Si molestan se quitan. Pero con todas las consecuencias: fuera guirnaldas en las calles, Reyes Magos, vacaciones de Navidad, Semana Santa…etc.

 

       Soy de la opinión que los crucifijos son utilizados (en la peor expresión de la palabra) por tirios y troyanos. Se convierten en elemento decorativo en algunas ocasiones y comprometen a poco casi siempre. Yo soy un excelente regalador de pequeños crucifijos a quien estimo que les pueden ser de utilidad. En toda mi vida tan solo me lo han rehusado en una ocasión. A los que se los doy, lo aprovechan. Se de algún amigo que  presta, a quien lo pueda necesitar, aquél que yo le regalé, pero con firme compromiso de devolución. Definitivamente el crucifijo no hay que utilizarlo sino asumirlo. El cristianismo no inventó la cruz, sino el valor para soportarla.

 

      Cierto día, un buen amigo, lector de estas opiniones, me descubrió el secreto de su eficacia. Ocupar la cruz de los Cristos vivos que nos rodean. Esta,  puede ser más llevadera si la compartimos con ellos. La cruz desnuda invita a ocuparla con dignidad aliviando a los demás. Lo otro, lo exhibido en paredes, mesas de despachos, dormitorios, oficinas, etc.…, se convierte en objeto decorativo si detrás no lleva un compromiso de seguimiento de su simbolismo.

 

       Espero que, por coherencia, en esos colegios que han descolgado esas cruces tan molestas y provocadoras, quiten también los pósters del “Che”, de Bob Dylan o de Harry Potter. Paredes desnudas e incontaminadas. No faltaría más. En política lo tenemos claro. Somos expertos en cambiar nombres, por no decir chaquetas. Como en esa ciudad levantina. Van a ponerle a una calle “Avda. Obama”. A algún preboste del futuro le tocará rasgarse las vestiduras, inmolarse vivo y quitarle el nombre. Cosas veredes… 

 

 

       Mi buena noticia de hoy. Bajo la cruz de Caritas, cuarenta nuevos ancianos de Málaga (ya son 100 en total), han encontrado el amor y la protección de Jesús en la residencia del Buen Samaritano. A ellos la cruz no les molesta. Mientras, en Valladolid quitan la cruz y ponen la cara. Pocas cruces y mucha cara.

 

LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

Málaga 24 de Noviembre de 2008

m.montescleries@telefonica.net

 

CELEBRACIÓN EN ALHAURÍN EL GRANDE

 

             Hace un par de sábados me lleve una grata sorpresa en Alhaurín el Grande. Y es que estamos en unos tiempos en que, lo que debía ser corriente, lo consideramos extraordinario. El hecho que me sorprendió fue la Misa a la que asistí en la Parroquia del “lugar”. Quiero comenzar diciendo que la rutina y la indolencia de muchas comunidades unida a la ignorancia de muchos comunicadores (algunos clérigos incluidos), nos ha llevado a comentar e incluso escribir las palabras “dar la misa”, “decir la misa” e incluso me parece inadecuado “oficiar la misa”. La Eucaristía no se da, se celebra; no se dice, se comparte; no se oficia, se preside. La Eucaristía no es un espectáculo con un actor y muchos espectadores, sino un encuentro de su comunidad centrado en y por Jesucristo.

 

            En Alhaurín el Grande se celebra la Eucaristía. Doy fe de ello. Participé de la misma y me quedé agradablemente sorprendido. La Comunidad Parroquial se preocupa de tenerlo todo a punto, usan de los avances de la comunicación sin excesos, cantan como los Ángeles y participan todos a una del Sacramento de la Eucaristía. No se si los fieles y el pueblo en general son conscientes de la suerte que tienen de que en su Parroquia no se viva la rutina en un acto tan único y extraordinario.

 

            Por segunda vez, y conste que no he hablado nunca con él, tengo que felicitar al oficiante. Su homilía sobre los talentos y la aportación a la Iglesia Diocesana fue directa y con efectos secundarios. De aquellas que hacen replantear sus ideas. Otra vez (y me remito a un artículo que escribí sobre otra homilía suya que creo cierta  polémica), el secreto está en la Y. Tenemos que conservar el patrimonio ancestral de la Iglesia… y tenemos que dejar de esclavizarla con inversiones a veces innecesarias cuando no antievangélicas.

 

       Esta reflexión que he escrito hoy, me ha recordado una reseña periodística que se hacía antiguamente en algunos periódicos de Madrid de celebraciones en distintas parroquias. No ha sido mi intención. Es que me parece una EXTRAORDINARIA NOTICIA que se le de la importancia que tiene a algo que se ha convertido a veces, por desgracia, en un espectáculo rutinario y de cumplo..y..miento. Enhorabuena a los feligreses. Ellos han salido ganando.

LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

Málaga 17 de Noviembre de 2008

m.montescleries@telefonica.es

 

EL HERMANO RAFAEL

       Le conocí hace dos años en Jerusalén. Era mi primera visita a la Ciudad Santa y estaba harto de hacer el turista en los lugares donde Jesús había vivido. Él, un franciscano mayor y bajito, me habló como si me conociera de toda la vida y me abrió una verja que me permitía acceder a los olivos centenarios contemporáneos de Jesús en el huerto de los Olivos. Aquella noche, hizo abrir casi subrepticiamente un portillo que nos permitió acceder al templo erigido en pleno monte de  Getsemaní y rezar durante horas sobre la piedra donde sufrió Jesús la peor noche de su vida. Allí sentí la presencia de Dios vivo, muerto y resucitado. Gracias a un fraile pequeño y sencillo.

 

      Le he vuelto a ver en un programa de Canal Sur: ·”Andaluces por el mundo”. En este caso, el espacio estaba dedicado a los compatriotas del sur que viven en Israel. Me ha vuelto a sorprender por su marcado acento andaluz y por su sencillez. Después de cincuenta y cinco años viviendo entre tantas y tan diversas culturas, ha hablado con expresiones aprendidas a orillas del Guadalquivir. Su apoteosis final ya se la había escuchado antes. –Que me entierren aquí mismo a los acordes de una Salve Rociera-, en otro momento manifiesta: –Yo no me he hecho fraile para musitar Rosario tras Rosario sin una vida detrás, prefiero estar cerca de los hombres que son la Imagen de Jesús-.

   

            Genio y figura del hermano Rafael. En él, se hacen presentes las palabras del Santo de Asís: El mayor privilegio: no gozar de privilegio alguno”. Los franciscanos de Tierra Santa son de otra pasta. Ellos, como San Francisco, siguen el precepto evangélico: «Id a predicar, diciendo: El Reino de Dios ha llegado… Dad gratuitamente lo que habéis recibido gratuitamente. . . No poseáis oro … ni dos túnicas, ni sandalias, ni báculo … He aquí que os envío como corderos en medio de los lobos. . .» (Mat.10 , 7-19). Autentico y sencillo el Hermano Rafael. Cuando sea mayor me gustaría parecerme a él.

 

    

    

 

 

LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

Málaga, 10 de Noviembre de 2008

m.montescleries@telefonica.net

 

 

¿NI UNA BUENA NOTICIA? 

 

      Esta semana estoy gafado. Definitivamente. En estos momentos escribo esta columna por tercera vez. La primera no me gustó, la segunda coincidió con la entrada del padre de todos los virus en mi ordenador. Se ha comido todos los archivos y no me ha mordido en  los brazos por que los he retirado a tiempo. Pero he insistido. Después de cuatro años redactando semanalmente una buena noticia, no quiero faltar esta semana a la cita con mis lectores.

 

     Y es que he comenzado por no encontrar ninguna buena noticia. Casi siempre tengo que elegir entre varias, la que a mi entender, es la más significativa. Esta semana se estaba cerrando huérfana de buenas noticias. Y eso que los políticos, los intelectuales y todo “quisqui”, no han parado de babear tras el advenimiento de un nuevo mesías procedente del otro lado del charco. A mi me deja a cero grados (ya saben Vds., ni frío, ni calor) la llegada de esta especie de cabalgata de Reyes que nos ha traído la carroza del Rey Baltasar que va a solucionar todos nuestros problemas. Yo quiero aplicar el dicho evangélico: “Por sus hechos le conoceréis”. Los políticos son comos los prospectos de las medicinas. Prometen curas inmediatas de todos los males. Al final hemos de recurrir al bicarbonato o la aspirina para aliviaros de los males físicos de las enfermedades y los dolores de estomago que nos endilgan los políticos. De todas formas sea bienvenido el Sr. Obama. De momento, en el juego de la silla nos han prestado una y estaremos en el G-12. Estamos salvados.

 

   El no encontrar buenas noticias, se deberá al gafe que me persigue con saña, o a que estoy deprimido. Pero es que la coyuntura no es para menos. La situación en el mundo, Europa, España, Andalucía, Málaga, e incluso mi familia, no está para tirar cohetes. Y cuando uno mira a su alrededor con las gafas de cristales grises, es muy difícil apreciar los colores que la buena gente emana de sí constantemente.

 

   Me impongo un severo correctivo. No se puede desfallecer. Ante la adversidad, el grupo de “pescaitos fritos”, cuyo colectivo lidero con orgullo, tiene una buena oportunidad. Y nunca falla. Recibo una llamada del Presidente de una Asociación de Vecinos Malagueña. –Hemos pensado reducir el presupuesto de fiestas de las próximas Navidades y dedicar una parte de nuestras previsiones a ayudar a los más necesitados-. Me llaman de Bancosol. –Recoge doscientas dosis de papillas para los niños-. El milagro se ha producido Decía el escritor francés Jean de la Bruyere: “Nada hay que refresque mejor la sangre que una buena acción”. La gente es buena, los tostones que les largo en prensa, radio y televisión a mis sufridos correligionarios siempre da su fruto. Confucio aseveraba: “No todos los hombres pueden ser ilustres, pero todos pueden ser buenos”.

 

     Había perdido de vista esa gran mayoría silenciosa que siempre ha movido el mundo. La que se mueve en la duda y en las sombras. La que nunca será considerada VIP. Los sencillos y los humildes del Evangelio. A ellos les toca una vez más apretarse el cinturón y compartir. Y lo hacen. Bienaventurados.

 

LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

3 de Noviembre de 2008

m.montescleries@telefonica.net

 

 

JAQUE A LA REINA

 

     Partamos de la base de que no soy ni monárquico ni republicano, ni de derechas ni de izquierdas. Soy lo que soy. Especialmente, más mayor de lo que me gustaría. Pero me parece que se están pasando. Nos encontramos en un país, llamado España, en el que se cuestiona todo. Desde lo más sagrado a lo más insignificante. Rn los últimos tiempos, se ha puesto de moda cuestionar los derechos, obligaciones y prebendas de la Corona Española. Desde muchos estamentos, empezando por los que ahora manifiestan algo parecido al fin del mundo,- se sienten defraudados por una institución en la que no creen-, se les ha negado el pan y la sal  a los miembros de la misma.

 

     Para colmo,  nuestra Reina, pobrecita mía, se ha atrevido a manifestar lo que piensa. Y esto, no se corresponde con lo políticamente correcto. Doña Sofía, una vez iniciada otra década de años -los setenta me parecen una excelente plataforma para liberarse de muchas trabas-, ha respondido sencillamente lo que piensa de muchas situaciones que competen especialmente a la educación, las relaciones y la vida de familia. Posiblemente, porque lo ha sufrido en sus propias carnes, ha reflexionado sobre las consecuencias de los acuerdos democráticos que no siempre coinciden con lo que se pretende al legislar.

 

     Yo coincido en mi pensamiento muchas de las cosas manifestadas por la Reina en sus declaraciones a Pilar Urbano. Por cierto, la brillante periodista, ha conseguido una publicidad gratuita que sería un sueño para los publicistas. No se ha recatado de pasar por todos los programas regodeándose de tener el rábano por las hojas.  Brillantes “monárquicos”  como Gaspar Llamazares, se han hecho el “hara-kiri” ante las cámaras y los colectivos de siempre, supongo que prepararán una magna manifestación encabezada por Pilar Bardem, María Antonia Iglesias y Enric Sopena. ¡Faltaría más! El otro “pope mediático”-Jiménez Losantos, hace mucho que ni lo escucho.

 

        Pues yo, me he hecho “Sofiísta”, perdón por la palabrota. Pienso exactamente igual que la Reina en lo referente al aborto, la eutanasia, la muerte digna, la educación de los hijos, el respeto a los mayores, las creencias y el máximo respeto y comprensión a las diversas opciones sexuales. Aunque tampoco es un mérito tener ninguna de ellas. Detesto la violencia de todo tipo, especialmente, la de genero.  También coincido con Doña Sofía en que el matrimonio es una cosa y las uniones entre personas del mismo sexo, otra. Aunque tan respetables los unos como las otras. Eso no me priva de acatar las leyes actuales y cumplirlas respetuosamente. Lo que no me obliga ni a abortar ni a morirme a la carta. Estas actitudes no coinciden ni con mi pensamiento, ni con mi sentimiento. Y creo que con la Reina, tampoco. Y lo dice, y lo digo. Faltaría más. Creo que su actitud, aunque luego le hagan decir aquello que “donde dije digo…”, es muy digna y  respetable y, repito, la comparto. Por cierto, me encantan los toros y la fiesta nacional y no mando a la Reina a galeras por no pensar lo mismo.

 

       También convendría recordar de vez en cuando que las instituciones estatales están para servir al pueblo y no para servirse del pueblo. Me gustaría ver a los políticos rasgarse las vestiduras y mesarse los cabellos cuando descaradamente  prometen cosas que no se cumplen, y vuelven la cara para otro lado mientras crece el paro y la pobreza, y se nos llama antipatriotas por decir que estamos en crisis. Que pregunten en Caritas. Y de eso no se dice ni media palabra. Lo fácil es  dar Jaque a la Reina. Balones fuera. Mientras se habla de ella no se repara en la torpeza y la incompetencia de algunos políticos. Si yo fuera Doña Sofía, los mandaba a todos a esparragar, Pilar Rahola y Pilar Urbano incluidas. El grito de ambas: ¡Viva la Republica!, con el que cerraron un programa de televisión el sábado, es digno de análisis.