La mujer de…

30 f, 17

El segmento de plata

Por Manuel Montes Cleries         

        m.montescleries@telefonica.net

                                                                   Málaga 30 de marzo de 2017

La mujer de…

 

   Cada vez menos, gracias a Dios, nos referimos a alguien denominándola como “la mujer de…”

 

Posiblemente este hecho se debía a que los hombres de la posguerra participábamos más en la vida pública y nos movíamos de forma presencial fuera de la casa; mientras, las mujeres desempeñaban el trabajo de criar a los hijos, administrar y regir los hogares, así como procurar la salud y el bienestar de toda la familia.

 

Los hombres asumíamos el rol profesional y de búsqueda del sustento económico familiar. Por eso se hablaba más de la mujer de… que del marido de… (Por  cierto, ahora descubrimos nuestra senectud cuando se nos califica como el padre de…).

 

Esta situación era aparente y realmente engañosa. Siempre se ha dicho que detrás de un hombre importante, de un hombre de éxito, o de un varón que ha aportado valores a la sociedad, se ha encontrado una gran mujer. Esa bendita que anima, apoya y complementa –quizás desde el silencio- el trabajo de cualquier perteneciente al género masculino capaz de mejorar su entorno.

 

Esta reflexión ha venido a mi mente asistiendo al funeral de ISABEL LEDESMA, que como tantas otras grandes mujeres, la hemos conocido por su nombre y la referencia al apellido de su marido (JUAN PETESA), fallecido ya hace más de veinte años y que dejó el legado de la residencia para ancianos en Churriana que lleva su nombre y la presidencia del movimiento de Vida Ascendente que trajo a Málaga.

 

ISABEL (Petesa) fue la gran mujer que sirvió como bastón, estímulo y fortaleza de su marido durante la larga enfermedad que Juan sufrió a pulso, sin dejar su actividad de ayuda a los ancianos. Después, ha seguido en ese silencio ejemplar para los que la hemos conocido. Tan solo brillaron sus ojos el día que pusieron la placa que da el nombre de Juan a una plaza de la barriada de Churriana. Demos muchas gracias a Dios por tantas mujer de… que hacen posible el brillo de sus maridos sin reconocimiento ni apariciones en la vida pública.

 

Gracias a Dios se ha perdido ya esa costumbre. La mujer se mueve ya en todos los campos de la sociedad y se la conoce por su propiedad realidad vital.

 

 

 

Roma

26 f, 17

LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

 

Málaga 27 de marzo de 2017

 

m.montescleries@telefonica.net

 

ROMA

Confieso que estoy enamorado de la “ciudad eterna”. Lo mismo que de otras muchas ciudades del mundo que me han marcado.

 

Todo se debe a mi inveterada costumbre de hacerme fan de una ciudad y de sus gentes, en el momento en que paso más de veinticuatro horas en un lugar. Inmediatamente me muevo como los habitantes de la misma y adopto sus costumbres.

 

Lo de Roma es aparte. Allí pasé un mes de la primavera del año 2000. Trabajando como voluntario del Jubileo y pateando sus calles como un cartero. Tuve mucha suerte. Acogido en un convento de frailes del Trastevere, tenía la suerte de poder acceder a todos los lugares mediante la exhibición de una chapa identificativa abre-puertas y pase milagroso en todos los transportes.

 

El trabajo en las distintas basílicas me acercaba durante ocho horas diarias a visitantes de todos los países del mundo y a los romanos en particular. Cada día comía en trattorias y comedores económicos de menú. Pasta y lo que fuera. Me enamoré de Roma. Hasta el punto de ser candidato a voluntario del Jubileo del ¡2025! Si estoy vivo. Aunque sea con muletas.

 

Hoy se habla de Roma. Los diversos dirigentes europeos se encuentran reunidos en pleno campidoglio, en la vorágine circulatoria romana, escuchando, sin prestar excesiva atención, lo que dicen los demás próceres y las serenas voces de fondo del Papa Francisco. Saldrán, como siempre, con los pies fríos y la cabeza caliente. Espero que todo no quede en una foto forzada.

 

Pero también se habla de Paloma Gómez Borrero, esa excelente periodista, fallecida estos días, que nos ha acercado la realidad vaticana y los entresijos de los viajes papales durante un montón de años. Paloma conocía aquel mundo mucho mejor que muchos de los que presumen de vaticanistas (cardenales, obispos y miembros del clero en general). Además conocía la ciudad. Su libro guía de Roma me ayudó a descubrir lugares maravillosos desconocidos incluso para los italianos. Ha dejado el testigo a Antonio Pelayo, otro excelente periodista con el que he tenido oportunidad de conversar.

 

Pienso que ambos periodistas han sido, son y transmiten buenas noticias. Antes Paloma y ahora Antonio nos han hecho más cercanas las vidas y “milagros” de los Papas. Los han humanizado, defendido y querido desde el rigor y el amor. Buen ejemplo para todos los que queremos acercar los servidores de la Iglesia al común de los mortales.

 

Lo de los políticos está por ver. Cada día en vez de unirnos nos están encerrando en fronteras más pequeñas y preocupándose más de su sillón que del bien común. Como metan la mano en “la Boca del infierno” se la van a cortar. Estoy por declarar independiente “El Atabal”. Me salgo del euro y de Europa, España, Andalucía y Málaga. A jugar al dominó… que son tres días. Aquí, como en Roma, tenemos siete colinas.

 

Podar

23 f, 17

El segmento de plata

Por Manuel Montes Cleries         

        m.montescleries@telefonica.net

                                                                   Málaga 23 de marzo de 2017

PODAR

 

   He leído en “Diócesis” la noticia de la poda del almez de los jardines del Sagrario. Un árbol con más de 200 años de vida.

 

   Además de conocer la existencia en nuestra ciudad de ejemplares de árboles con dicho nombre -con características similares al olmo del que es pariente cercano-, me ha maravillado la conservación durante tantos años de dicho espécimen doblemente centenario. ¡Qué nos podrían contar sus ramas y cuanto habrán podido contemplar desde su altura! Guerras, asonadas, procesiones, bodas, bautizos, desfiles

–militares y procesionales-, manifestaciones –civiles y religiosas-, vía-crucis, persecuciones, etc.

 

A su sombra se han resguardados pintores, perro-flautas, músicos callejeros, echadores de cartas, cantantes de opera, timadores, vendedores de souvenirs y de almendras. Un submundo acogido a su techo y a la buena o mala voluntad de los viandantes. Bajo sus ramas nos hemos citado para asistir a actos multitudinarios en la cercana catedral, a las celebraciones de la fiesta de los periodistas y para reunirnos en la casa de la farmacia.

 

Me sugiere una reflexión la imagen de esta poda oportuna y necesaria. Nos encontramos en cuaresma, tiempo de plantearse la tala de nuestra mala leche, sus diversas manifestaciones y sus ramajes descontrolados. Aun no tenemos 200 años, pero nos faltan diez minutos para entrar en la senectud a este nutrido grupo de pertenecientes al “segmento de plata” al que van dirigidas estas líneas. Necesitamos un repaso de “chapa y pintura”. Exterior e interior.

 

Nos sobran muchos “ramajos” y hojas muertas. Nos sobran malos recuerdos y rencores. Estimo que es el momento de empezar de nuevo, aunque nos duela. Como si fuera el primer día de nuestras vidas. Rompamos con el pasado, vivamos el presente y confiemos en un futuro mejor.

 

 

 

LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

 

Málaga 20 de marzo de 2017

 

m.montescleries@telefonica.net

 

BRAZADAS SOLIDARIAS

Un hombre joven, nadando solo, puede estar muy cerca de la humanidad que sufre.

 

Mi actividad como comunicador especializado en aquellos que son y se sienten solidarios, me permite conocer cada semana a personas que han hecho su proyecto de vida basándose en la ayuda a los demás.

 

Días atrás quise conocer más a fondo las actividades de una ONG que presentaba un evento a fin de conseguir fondos para sus actividades. Se trataba de la Fundación Vicente Ferrer, una realidad nacida en torno a un catalán que remango sus hábitos de jesuita y armó una revolución de amor en el sur de la India.

 

Para ampliarme la noticia y aclarar mis ideas se presentó en el estudio un malagueño treintañero de un apellido impronunciable: Cristian Jongeneel. Un nadador de fondo que un día conoció la Fundación Vicente Ferrer; en ella se quedó; él es el delegado para esta zona de Andalucía de dicha fundación y transmite la vitalidad y las ganas de luchar de aquél catalán que llegó en 1952 a la India y dedico los siguientes 57 años a llevar el pescado y la caña a aquella zona del mundo plena de injusticia y de necesidades.

 

Les recomiendo entren en la página Web de la Fundación. Descubres los milagros humanos que realizan con la ayuda de tantos contribuyentes que apoyan sus proyectos con 10 € mensuales. De su presupuesto anual, el 80% de sus recursos económicos se obtiene de las aportaciones privadas. Atienden a mujeres, niños, enfermos y desamparados. Trabajan en la creación y mantenimiento de escuelas y la dotación de medios sanitarios en cientos de pequeñas poblaciones. Etc., etc.

 

La fundación Vicente Ferrer y Cristian Jongeneel son mi buena noticia de hoy. Este malagueño con nombre y apellido de “guiri”, pero que te habla en un excelente andaluz, seguirá cruzando el Estrecho de Gibraltar a nado, el canal de la Mancha o, su próxima hazaña: Tenerife-Las Palmas. Serán brazadas solidarias, llevará la bandera de la Fundación Vicente Ferrer como escudo y motivación. Gracias por ser y por estar. De momento me he apuntado a ir a la India a conocerlos mejor.

 

Cuatro años

16 f, 17

El segmento de plata

Por Manuel Montes Cleries         

        m.montescleries@telefonica.net

                                                                   Málaga 16 de marzo de 2017

CUATRO AÑOS

 

   El trece de marzo se cumplieron cuatro años de la llegada al solio pontificio de ese argentino, jesuita, sencillo, con unos viejos zapatos y sin ninguna ambición, que ha traído a la Iglesia ese aire nuevo que buscaba Juan XXIII con la puesta en marcha del Concilio Vaticano II.

 

     Ha bastado un cuatrienio para hacer presente en la Iglesia un camino hacia la esperanza de todos los seres humanos, creyentes o no. Ha transmitido amor, cercanía y sencillez a una Iglesia que se estaba ocultando tras la parafernalia y el humo del incienso. Esta actitud, como las propias palabras de Jesús, ha creado cisma e incertidumbre, especialmente entre los más allegados al inmovilismo y la cerrazón; aquellos que no asumen el mensaje del Espíritu a través de los signos de los tiempos.

 

He podido leer frases como ¿y si Francisco fuera un impostor? (publicado en el diario El País días atrás). He podido oír en una homilía la casi certeza del celebrante sobre el rapto y confinación de Benedicto XVI. Pero sobre todo he podido comprobar el nivel de cercanía y esperanza de una gran parte de la humanidad y de aquellos que nos sentimos cristianos. Especialmente los más denostados y desprotegidos ante la incomprensión de los integristas que aun no han descubierto que Jesús dejó en mano de sus seguidores la salvación del mundo.

 

Mientras, aquellos que quieren eliminar la fe de los sencillos, ponen en práctica sus estudios de politólogos y tertulianos finos. ¿Cómo hacerlo? Echándolos de los medios. Por eso la campaña contra la misa en televisión. Han atacado a lo más sagrado. Los mayores y los enfermos. No puedo olvidar a mi madre pegada al televisor y disfrutando de la Eucaristía en medio de la recuperación de un ictus. Han tocado fondo. Por ahí el pueblo español no va a pasar. ¿Se mete alguien con ese montón de programas que se emiten constantemente propiciados por las diversas iglesias protestantes? No vale la pena seguir en esta polémica inútil.

 

Pienso que debemos aprovechar este toque de atención para valorar la suerte que tenemos los españoles de poder acceder a eucaristías todos los días y a todas horas. Creo que debemos reducirlas en número y darle más participación real. Pasar de espectadores a actores. Las aprovecharíamos mucho más y libraríamos a los pocos sacerdotes que nos van quedando, de una proliferación de celebraciones innecesaria.

 

Pero a los enfermos y mayores… NI TOCARLOS.

 

Imagen de Televisa la empresa de medios y contenidos en español líder en el mundo y líder de audiencia en televisión abierta en México. Una tele poco sospechosa de “vaticana”.

 

                 

      

 

 

 

Imagen de Televisa la empresa de medios y contenidos en español líder en el mundo y líder de audiencia en televisión abierta en México. Una tele poco sospechosa.

 

LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

 

Málaga 13 de marzo de 2017

 

m.montescleries@telefonica.net

 

UNA ESTRELLA AZUL

 

“Si enciendes una luz para alguien, también iluminará tu camino”.

 

Con este proverbio de Buda iniciaba su intervención una de las voluntarias que fueron destacadas en un acto realizado en el museo ruso alrededor de una estrella azul.

 

Las estrellas son indicios de buenos augurios. Una estrella guió a los Reyes en el camino hacia la Verdad. Por eso, cuando se coge una estrella como símbolo, si además se le pone el color azul cielo, los resultados son tan buenos como se pretende.

 

Cada día se ven más estrellas azules por Málaga. Posiblemente porque alguien -o algunos- con mucho talento, se preocupan de acercar a los pueblos de España en lugar de separarlos, idea en la que están empeñados unos pocos.

 

El pasado viernes tuve ocasión de comprobarlo. En un salón de actos repleto de voluntarios ataviados con un polo azul cielo que lleva en su bolsillo una estrella, presentaron un resumen de sus actividades y premiaron a voluntarios y beneficiarios distinguidos.

 

Era el día del voluntariado de la Obra Social de la Caixa. Una excelente noticia. Hombres y mujeres venidos de las provincias hermanas de Jaén, Granada, Almería y Melilla, junto a los anfitriones malagueños dieron cuenta con sencillez y emoción de sus actividades y se comprometieron a seguir manteniéndolas y ampliándolas en el futuro.

 

La Buena Noticia de hoy se basa en la realidad de una entidad bancaria: La Caixa, sin cuya obra social, muchas entidades de ayuda, protección y proyección de los mayores, niños, enfermos y familias en riesgo de exclusión, no podrían realizar sus sueños y deseos y propiciar un mundo mejor y más solidario.

 

Bienvenidos sean siempre los voluntarios de Volcaima y entidades como la Caixa que se preocupan del interés de todos. Bienvenidos sean unos y otros. Han entendido que se es mucho más feliz compartiendo que atesorando. Que cunda el ejemplo.

 

 

 

 

 

CAMBIOS

8 f, 17

El segmento de plata

Por Manuel Montes Cleries         

        m.montescleries@telefonica.net

                                                                   Málaga 9 de marzo de 2017

CAMBIOS

 

   Este fin de semana hemos podido experimentar los cambios producidos en la celebración de las Eucaristías, con la puesta en marcha del nuevo ritual.

 

A escala de fiel que asiste y participa activamente de la celebración, solo he notado el cambio de una palabra en la Consagración y la invitación a ponerte de pie en unos momentos distintos de cuando se hacían anteriormente. El paso de la palabra “todos” a “muchos”, en un momento determinado, la considero acertada aunque, si la cosa sigue así, llegaremos a tener que decir “bastantes”. La conferencia episcopal insiste en que no se trata de un “nuevo misal” sino de una “nueva edición” del mismo.

 

Creo que el Espíritu Santo nos quiere advertir con estos cambios de la necesidad del aggiornamiento en general de nuestras actitudes como cristianos. Volver a las comunidades pequeñas que intenten vivir el evangelio en las celebraciones y en la vida diaria. Valorar los signos externos, pero disfrutar de la vida interior y el acercamiento al prójimo-próximo. En una palabra imitar el estilo de vida de Jesús. Una muerte al hombre viejo y una resurrección (una nueva edición) de cada uno de nosotros.

 

 

 

LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

 

Málaga 3 de marzo de 2017

 

m.montescleries@telefonica.net

 

CRISIS ECONÓMICA… PERO MENOS

 

El pasado viernes, como cada primer viernes de mes, me reuní con un grupo de amigos, que nos conocemos desde los 11 años, para compartir el pan, la sal, la conversación y lo que el posadero nos quiera ofrecer.

 

Ya he comentado en otras ocasiones esta reunión. La saco a colación porque siempre me da motivo para ejercitar las cuatro neuronas que me quedan en un proceso de análisis del mundo que me rodea. A pesar de estar el día triste y lluvioso, los viandantes atestaban los bares, los restaurantes y las calles malacitanas, jóvenes y mayores, españoles y extranjeros, indígenas y foráneos daban buena cuenta del comercio y el «bebercio» que se le ponía a tiro. Parecía que no se comería más y mejor si no hubiera mañana. Si se esperara el final de los tiempos.

 

Para mí es una excelente noticia que la gente disfrute, especialmente los mayores. Nos lo hemos ganado a pulso. Los integrantes de mi mesa, nueve puretas, de más de setenta año por barba, dimos buena cuenta de caracoles, boquerones, almejas y un arroz con mariscos caldoso, regado con cerveza y tinto, que por un precio módico, nos permitió llenar unas horas de felicidad y buenos recuerdos.

De todo quiere el Señor. Barriga llena a Dios alaba. Un homenaje al mes no viene nada mal. Detrás de cada uno de nosotros una vida y una dedicación. Una trayectoria actual dedicada a la familia y al servicio de la comunidad desde el voluntariado. La suerte de todos es que al ser ex -lo que sea-, no tenemos dependencia de nada ni de nadie. Nos movemos en la libertad de acción y de expresión. Los jubilados tenemos una crisis económica… pero menos. Nos hemos ganado a pulso el conseguir ser nosotros mismos en todos los aspectos.

 

Por otra parte recibo una buena noticia relativa a esa Iglesia de a pie, de la que no se habla nada más que para denostarla. Leo en el diario El País: “Un grupo católico de Italia recibe más refugiados que 15 países de la UE. La comunidad de San Egidio ha llevado a Italia a 700 asilados en un año”.

 

     Los países europeos se comprometieron a recibir 180.000 asilados. Tururú. A España han venido alrededor de 750. Sigue diciendo el diario el País: “Las organizaciones religiosas seleccionan a las personas y financian todos los gastos —proceso de selección, viaje, acogida, burocracia— y las autoridades italianas colaboran en el ámbito de la seguridad y tienen que dar su aprobación a cada una de las llegadas. Una vez en Italia, San Egidio se encarga de dar la primera acogida y de ofrecer soluciones a largo plazo, una tarea en la que participan otras muchas asociaciones de la sociedad civil, religiosas y laicas. Asisten a clases de italiano y tienen también ayuda para el proceso burocrático de petición de asilo. Todo, autofinanciado por las asociaciones, sin fondos del Estado”.  A ver cuando nos ponemos a la tarea. Estos si que tienen crisis. No tengo nada más que decir. Me apunto a este sistema.

 

san-egidio

Foto del diario El País.

 

Cien años

2 f, 17

El segmento de plata

Por Manuel Montes Cleries         

        m.montescleries@telefonica.net

                                                                   Málaga 2 de marzo de 2017

Cien años

 

   He leído en alguna parte (creo que al maestro Alcántara), que las consecuencias de una guerra civil duran, por lo menos, cien años.

 

No tengo más remedio que darle la razón al autor de la frase. Posiblemente por culpa de los integrantes del segmento de plata, aquellos que tenemos más presente la época de la posguerra; que tiramos de recuerdos y de conversaciones escuchadas soto voce en nuestra infancia, en los que se comentaba la guerra incivil con odio y revanchismo. Sin darnos cuenta los hacemos nuestros.

 

De eso han pasado ya casi setenta años. No sé quien, o sí lo sé, está interesado en sacar a la luz aquella situación trasladándola a la época actual. Los tiempos y las ideas han cambiado. Sigue habiendo pobres y ricos, explotadores y explotados, dirigentes y dirigidos. Unas diferencias menores, pero visibles. Lo que pasa es que nosotros, los pertenecientes al “segmento de plata”, hemos debido aprender de los errores pasados. Digo hemos debido… pero la realidad es otra.

 

El domingo estaba en un pueblo malagueño. En un momento determinado y solemne, un hombre de unos ochenta años manifestó públicamente su deseo de que los corruptos y estafadores políticos que están saliendo a la luz, devolvieran al erario público cuanto han robado. Todo el mundo asintió ante su propuesta. Pero no quedó así. A renglón seguido tiró del odio ancestral. Aquello no era boca. Vaya tela. Después me explicaron que en los pequeños núcleos, urbanos o rurales, siguen mirándose con rencor los descendientes de uno y otro bando.

 

Esto lo tenemos que cortar los mayores. Somos los únicos que podemos poner las cosas en su sitio transmitiendo paz y concordia. Tenemos que conseguir hablar de adversarios, no de enemigos; respetar a los que no piensan o creen como nosotros y procurar poner paz, en vez de caldear el ambiente.

 

Que no haga falta llegar a esos cien años para llegar a la completa reconciliación. Como sigamos así vamos a tener que empezar a contar de nuevo. La cosa esta que arde. San Francisco dixit:

 

Hazme un instrumento de tu paz 
Donde haya odio yo lleve amor

 

cien-anos