LA IGLESIA

30 f, 18

 

El segmento de plata

Por Manuel Montes Cleries         

        m.montescleries@telefonica.net

                                                                   Málaga 30 de agosto de 2018

LA IGLESIA

 

Hablar de la Iglesia es fácil. Intentar ser coherente con ella es muy difícil.

 

Especialmente en los tiempos que vivimos. Los que peinamos canas desde hace muchos años, pertenecemos a una generación en la que ser miembro de la misma y vivir la sacramentalización rutinaria era lo natural. Nos declarábamos “católicos, apostólicos y romanos” sin pestañear.

 

Llegó la transición y el cambio de chaquetas. Los ateos y anticlericales, con ideas de “toda la vida”, sacaron a relucir sus armas de rechazo y se pasó a estar mal visto sentirse y demostrar a los demás el ser cristiano comprometido. Siguieron las pompas y boatos pero disfrazados de cultura y tradición. Finalmente ahora, se tira a degüello.

 

Pero me preocupa más el “fuego amigo”. Con un Papa que pone en valor las verdades evangélicas, el verdadero sentido del mensaje de Jesús, que se centra en el cogollo y no se anda por las ramas, los defensores del reglamento sin amor y de la paja en el ojo ajeno andan revolucionados y diciendo tonterías a cual más grande.

 

Todo el mundo le quiere enmendar la plana al Papa Francisco porque dice verdades como puños. Quieren que solucione en un “pis-pas” los viejos vicios de una Iglesia que ha tapado desde siempre sus defectos. El capítulo cinco del Evangelio de Mateo nos da la clave de lo que está pasando. El que quiera lo puede entender. No hace falta ser teólogos.

 

Decía San Agustín que la Iglesia es “casta y meretriz”. A los que nos ha tocado defenderla públicamente durante muchos años con el rollo de Iglesia, nos ha sido preciso profundizar mucho en su análisis para mostrar el bello rostro de Jesús reflejado en su Iglesia. A mi, personalmente, me aclaró mucho las ideas el libro “La alternativa cristiana” de José María Castillo.

 

Creo que es cuestión de seguir mirando a la luna y no al dedo que la señala. Que los árboles no nos impidan ver el bosque.

 

LOTERÍA

26 f, 18

 

LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

m.montescleries@telefonica.net

Málaga, 27 de agosto de 2018

LOTERÍA

     La vida es una lotería que casi siempre toca a los mismos.

 

     Mi experiencia con los juegos de azar es nefasta. No vale la pena reseñar cuantas veces me ha rozado el premio y he tenido que recurrir a la frase de mi padre: “la mejor lotería es el trabajo y la economía”.

 

    De esa si que me ha tocado muchas veces. Pero de la otra… la que transforma a las personas y las convierte en potentados de la noche a la mañana… de esa nada. Como máximo cuatro euros en la primitiva.

 

Esta semana me han llegado dos buenas noticias –por el momento-, referentes a la lotería. La primera se basa en la honradez de una lotera de Teatinos que guarda un décimo premiado con 60.000 euros a un cliente que no se lo había hecho efectivo. La segunda recoge la suerte de un manchego, de vacaciones por Málaga, que rasca en un boleto de la once en pena calle Larios y obtiene un premio de 500.000 euros.

 

Dos casos de buena suerte de dos personas que no han tenido que esperar a la Navidad para abrir la botella de cava y celebrar su buena estrella. Si estos sucesos los uno al premio que obtuvo al principio del verano mi compañero de dominó “pies de plata”, veo acercarse a mí los millones a pasos agigantados.

 

El problema se basa en que apenas juego. De la multitud de oportunidades –lotería nacional, once, euromillón, primitiva, bingo, casino, juegos on-line, etc., apenas conozco los cupones y algo más. Así no se va a ninguna parte.

 

De todas formas me alegro con los premiados y, sobre todo, con la honradez de esa lotera que ha demostrado que se puede pasar por la vida dignamente y sin tener que engañar a nadie como hacen muchos de nuestros próceres. Ojala cunda el ejemplo.

 

 

 

La matrona

23 f, 18

El segmento de plata

Por Manuel Montes Cleries         

        m.montescleries@telefonica.net

                                                                   Málaga 23 de agosto de 2018

LA MATRONA

     Esto del Facebook tiene sus ventajas.

 

Huroneando por la red me he encontrado este escrito-pensamiento que me ha vuelto a poner los pelos de punta.

    

     “Ayer viví creo que el momento más duro que he vivido en mi profesión. Un parto natural, en cuclillas, otra cultura, una mujer agradecida, que te abraza, te da besos y en su idioma te bendice, un bebé sano que se agarra a la vida nada más nacer, un tú a tú… Y cuando llegaba la calma algo se truncó. Sorpresa, incertidumbre, duda, culpa, miedo… todo inundó aquel lugar que hace un momento estaba tan lleno de vida… profesionales que como héroes llegan a tiempo… y cinco horas interminables donde solo podía rezar y abrazar a un pequeño de casi 4 Kg. que parecía darse cuenta de la situación y no daba un ruido… el milagro sucedió… Y aunque no hubo una explicación que nos convenciera a ninguno de los que allí estábamos, Imane revivió, volvió como si todo hubiera sido un sueño, y desde la UCI le mandaba besos a una foto que le enseñaba en mi móvil de su bebé… Hoy seguro que ya lo tiene entre sus brazos. Qué mañana más mala y más buena a la vez… una vez más la vida me pone señales que me demuestran cómo debemos disfrutar de la vida minuto a minuto… Porque en uno solo de ellos puede cambiar por completo. Sed felices”.

    Esto lo escribe una matrona joven -de “ventipocos” años- que cada día se enfrenta con la tarea de ayudar a dar vida. Una especie de oración que nace del alma y que demuestra el amor y la solidaridad humana. En un hospital español una africana tiene la suerte de dar con un equipo que la lleva en volandas hacia la felicidad.

 

Estos jóvenes, a diferencia de algunas manadas, si que nos dan ejemplo a los mayores y nos reconcilian con una generación que, con mucho esfuerzo, hemos generado nosotros. Especialmente esta matrona coraje. Mi hija Carmen Montes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CATALUÑA

19 f, 18

LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

m.montescleries@telefonica.net

Málaga, 20 de agosto de 2018

CATALUÑA

     Con lo que me gusta Cataluña y he llegado a sentir “vergüenza ajena” de los catalanes.     

 

A lo largo de mi vida he tenido la oportunidad de compartir ampliamente el pan, la sal, los negocios y la diversión con los catalanes. En Barcelona, en muchos de los pueblos de su provincia y los de Gerona. No dejo de reconocer que, en mi modesta opinión, Barcelona es la ciudad más completa de España.

 

Por otra parte, mi trato con los catalanes ha sido siempre enriquecedor. En la época de los 70 desembarcábamos, allá por mediados de enero, todos los comerciantes del gremio textil en la feria de la Confección. Los malagueños nos veíamos en el hotel Inglés –en el llano de Boquerías- y en los alrededores del palacio de ferias, allá por la plaza España.

 

A la noche, nos encaminábamos a los teatros del Paralelo -el Molino y similares-, donde festejábamos los negocios completados durante el día. Pero, sobre todo, siempre teníamos las Ramblas. Desde Colón hasta la Plaza de Cataluña una riada de paseantes de todas las procedencias disfrutábamos de uno de los paseos con más carisma del mundo.

 

Todo eso se ha acabado. Los españoles somos considerados “non gratos” en Cataluña y están consiguiendo hacerse antipáticos para todos nosotros. Nos mandan a “hacer puñetas” (“a fer la mar”, dirán ellos), empezando por el Rey y terminando por los charnegos y “extranjeros”. Así que yo, que soy bisnieto de catalanes por vía materna, pillo rasca por todos lados.

 

Pues con su pan se lo coman. Ya se arrepentirán. En Mataró, Sardañola, Argentona, Hospitalet o Tarrasa se seguirá escuchando el acento andaluz que llevaron allí pueblos enteros que han contribuido a crear la riqueza de la gozan hoy los catalanes. Como en Alemania, Bélgica, Francia o Suiza.

 

     Mi buena noticia  de hoy la baso en mis recuerdos. De aquella foto del viaje de novios delante de la estatua de Colón, junto al puerto; de aquellas comidas en la Vallvidrera, en casa Juanito, o en La Dorada que montó allí un tal Félix, malagueño por más señas, donde servían chanquetes cada día.

 

¡Ay, Cataluña, quién te ha visto y quien te ve!

 

 

 

   

El barco escoba

16 f, 18

El segmento de plata

Por Manuel Montes Cleries         

        m.montescleries@telefonica.net

                                                                   Málaga 16 de agosto de 2018

EL BARCO ESCOBA

El Aquarius se ha convertido en el barco escoba del Mediterráneo.

 

A todos nos suena la frase: “coche escoba” de las vueltas ciclistas. Se trata de un vehiculo en el que se van recogiendo aquellos participantes que abandonan la carrera, bien por caídas o bien por cansancio.

 

Por el Mediterráneo navega un barco solidario –el Aquarius- que va recogiendo a todos los migrantes que se encuentran “tirados” en medio del Mare Nostrum. Ni los buques mercantes, ni los barcos de pasajeros, ni los modestos pesqueros los recogen, porque después no saben a donde llevarlos… ni nadie quiere acogerlos. Los países costeros se hacen el sueco y miran para otro lado.

 

Al final, antes de que se les caiga la cara de vergüenza, los que recibieron con música y flores la anterior “remesa”, se reparten con otros seis estados costeros los 141 “pasajeros”. Inmediatamente los catalanes ofrecen acoger los que nos tocan en “el reparto”.

 

Otra operación de propaganda para el gobierno español y el catalán, gestada desde el Parque de Doñana, Mallorca y la sierra de Guadarrama. Entretanto cientos de pateras llegan cada día a las costas andaluzas  cargadas de migrantes que se pueden contar por millares.

Andalucía es el Aquarius permanente. Sin dar gritos de angustia ni sacar pecho. Cada mañana llegan a nuestros puertos barcos de Salvamento Marítimo cargados de africanos ilusionados por vivir en el país de Messi y abandonar el hambre y la penuria. Al final nuestras costas se convierten en el barco escoba de cuantos pueden embarcarse en cualquier cosa que flote para cruzar el Mediterráneo. Y aquí estamos nosotros las ONGs apolíticas que procuramos asumir nuestra parte de responsabilidad en este mundo enfermo a fin de hacerle algo mas llevadera la vida a esos que se han creído que aquí atamos los perros con longaniza.

 

Creo que ahí tenemos que estar los cristianos. Si este año no podemos mejorar nuestros templos o nuestros cultos… Dios lo entenderá. Hoy por hoy, sus hijos africanos son prioritarios. La gente sencilla, policías, voluntarios, parroquias de nuestros pueblos, los gitanos del Campo de Gibraltar, etc., son el ejemplo a seguir. Y sin ponerse medallas.

 

 

 

LA FERIA

12 f, 18

LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

m.montescleries@telefonica.net

Málaga, 13 de agosto de 2018

LA FERIA

     Los italianos la denominan como “la fiera”. Y no les falta razón.

 

A lo largo de nuestra ya dilatada vida hemos podido presenciar los diversos emplazamientos y vicisitudes de la feria malacitana. Desde Martiricos –con Antonio Machín como estrella-, hasta el mastodóntico recinto actual, hemos pasado sucesivamente, si no me equivoco, por el Parque, la Malagueta, la prolongación de la Alameda y finalmente, por el espacio actual muy bien instalado.

 

Por otra parte aquella incipiente feria del centro, cuando los comerciantes alrededor del mediodía sacaban unas tapillas y una cerveza a la calle, se ha convertido en una especie de torbellino humano lleno de consumidores excesivos de alcohol y de jovenzuelos en pos de la primera aventura, En mi opinión, se nos ha ido de madre. Y de aquellos “cubalibres a duro”, ¡ay!, nunca más se supo.

 

Por eso estimo que la traducción al italiano es acertada. La feria se nos puede convertir en una “fiera” que arremete contra nosotros. Del tranquilo paseo por el parque hacia la Malagueta donde veíamos a Ordóñez o Manolo Segura, hemos pasado a tener que ir a los toros con casco para evitar los furibundos ataques de los antitaurinos. De las frescas noches en las casetas, podemos pasar a las exhibiciones de los políticos y el ruido ensordecedor. Del látigo “Pérez” a los sofisticados aparatos -dignos de cabo Cañaveral- en los que cuesta montarse más que si de un caballo cartujano se tratara.

 

La realidad estriba en que todo el mundo lo pasa bien; salvo algunos nostálgicos, como yo, que no nos damos cuenta que los que estamos fuera de órbita somos nosotros. Para la mayoría de los malagueños, visitantes españoles y de todas las nacionalidades, son días de divertirse, de beber y comer con moderación y bailar mientras el cuerpo aguante. Yo compartiré su alegría desde mi atalaya.

 

La feria (fiera) de Málaga es una buena noticia.

 

Nota.- Mirando artículos anteriores he descubierto que hace 6 años, el mismo día, hable de la feria de Málaga y casi dije lo mismo. No tengo enmienda.

 

        

         

 

 

 

El segmento de plata

Por Manuel Montes Cleries         

        m.montescleries@telefonica.net

                                                                   Málaga 9 de agosto de 2018

¿DE PEDRO?… O DE PABLO

Llevamos más de 2000 años con la misma historia.

 

A lo largo de la segunda parte del Nuevo Testamento se nos narra la disputa encarnizada entre los seguidores de ambos Apóstoles en función de su manera de enfocar el Evangelio de Jesús. Al final, se trata de una diferencia de criterios entre “conservadores y progresistas”. ¡Que casualidad, como los políticos de ahora!

 

Han pasado veinte siglos y seguimos en las mismas. No por parte del pueblo llano y sencillo, que cree casi todo cuanto le dicen, sino de aquellos que tienen y mantienen el criterio y presumen de la posesión de la verdad. Integristas acérrimos y progresistas desatados mantienen las posturas propias contra viento y marea, mientras descalifican a los contrarios.

 

El problema surge cuando en la misma homilía se nos dice una cosa y la contraria. Cuando nos hablan del palo vertical de la cruz como único camino y del palo horizontal como algo accesorio que tenemos que dejar en las manos de Dios. Al mismo tiempo se nos habla de la multiplicación de los panes y los peces, donde el dar de comer a los hermanos es indispensable.

 

Salen peregrinaciones hacia los lugares de culto, muchas veces como algo mágico, y de expediciones al África profunda para llevar lo indispensable a hermanos peor tratados por la vida que nosotros.

 

Al final me quedo con la Y. Son necesarios unos y otros. Pero para eso no hace falta descalificar a nadie. Hay que seguir a Jesús. “Venid benditos de mi padre porque…”. “Velad y orad”. Etc. Pero también hay que tener muy en cuenta LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS. A nuestras costas llegan pateras todos lo días que no se acogen con novenas. Al final, a los que no tenemos el suficiente criterio nos vuelven locos. Después nos preguntamos por que se quedan vacíos los templos. Creo que porque los llenamos de incienso, pompas, boatos y palabras… palabras y palabras.

 

Pero… ¿Quién soy yo para reprochar nada a nadie? Pues uno más de aquellos que buscamos el Amor de Dios que nos llega a través de los hermanos. La barca de Pedro es acogedora. Pero prefiero caerme por delante –que alguien me recogerá- que quedarme atrás y perderme en la estela de lo que pudo ser. Amén.

 

Nota.- Si alguien se creía que iba a hablar de los políticos se ha equivocado por completo.

 

el marengo

6 f, 18

La buena noticia de Manolo Montes

Por Manuel Montes Cleries         

        m.montescleries@telefonica.net     6 de agosto de 2018

 

EL MARENGO

     

   Casi todas las mañanas comparto dominó con mi amigo Juan.

 

Juan Caparrós es el decano de los marengos del Rincón. El rostro, ennegrecido por los años de sol y mar, se encuentra surcado por arrugas propias de sus más de ochenta años. El cuerpo enjuto y nervoso mantiene el vigor propio de un hombre que ha trabajado duro desde que tiene uso de razón.

 

La carrera de marengo tenía casi siempre el mismo recorrido; apenas aprendían lo mínimo en la escuela, se arrimaban a la playa para participar en las labores de la pesca. En las costas malagueñas  (siempre hablo de tiempos pasados, hoy no queda nada de esto) salvo que se trabajara en barcos de altura o se enrolaran en traíñas con base en los puertos de la zona, el marinero se transformaba en marengo. Salía en las bacas o sardinales (a vela y remo) al atardecer y volvía por la mañana con el “botín” pescado. Cuando no había otra posibilidad –que era casi siempre- se dedicaban a sembrar el rebalaje de copos y boliches que suministraban de prima o de alba los chanquetes, jureles y boquerones que surtían a los merenderos así como a las amas de casa que compraban sus ranchos en el boliche directamente.

 

Mi amigo Juan, que vivía en las casillas del barrio de pescadores junto a un montón de viejos amigos con los que compartí el copo y la tralla, siguió la tradición. Después de “iniciar la carrera” en la playa como tantos otros, sirvió en la marina, allá por las islas afortunadas, estuvo enrolado en un montón de barcos de pesca en los caladeros atlánticos y mediterráneos y, finalmente, consiguió hacerse de un pequeño pesquero: “el Bambi”, con el que colmó sus deseos como patrón. Se jubiló y vive esta última y hermosa etapa junto a la mar. Cada mañana camina varios kilómetros por la orilla para recobrar el salitre que pueda haber perdido al cruzar la carretera.

 

     Mi buena noticia de hoy es que mi amigo Juan, entre otros marengos rinconeros jubilados, ha recibido un merecido homenaje con motivo de la pasada festividad de la Virgen del Carmen. Les han entregado un recuerdo y han posado en una foto histórica que recoge las figuras de los últimos marengos del Rincón de la Victoria.

 

                               

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El torero

2 f, 18

El segmento de plata

Por Manuel Montes Cleries         

        m.montescleries@telefonica.net

                                                                   Málaga 2 de agosto de 2018

EL TORERO

   Corría  la primavera de 1990 cuando el entonces Obispo de Málaga, Don Ramón Buxarrais Ventura, nos envió a un grupo de malagueños a recordarles el Evangelio a un grupo de  emigrantes españoles en Suiza.

Con amor y temblor nos embarcamos en la tarea seis “bestias de Yhaveh” cargados de ilusión y de deseos de transmitirles el Evangelio a aquellos hermanos de la zona del Valais, encabezados por el misionero español Ángel García del Valle.

En aquel encuentro celebrado en un refugio alpino, rodeado de nieve por todas partes, nos encontramos con una familia, la de nuestro amigo Antonio, que quería conocer mejor al Señor; pero todos juntos. De hecho la hija y su novio recibieron también el cursillo prematrimonial.

En un momento de aquel encuentro Antonio “el torero”, el protagonista de este segmento, nos relató su vida. Había salido de su Macael natal en busca de oportunidades para realizar su vocación taurina. Después de muchas vueltas –y muchos fracasos-, como un hijo pródigo redivido, aterrizó en la zona de Martigny, un lugar famoso por sus trabajos en la piedra y el mármol. Dio con la horma de su zapato. Se casó y creó una familia. Mientras los hombres trabajaban en las canteras, las mujeres laboraban en la industria relojera. En los años posteriores centraron sus vidas e hicieron una fortunita que les permitió volver a su tierra almeriense de Macael y montar varios negocios.

Tuvimos oportunidad de vernos en varias ocasiones después, allí en Macael, donde “el torero” conservaba la imagen de la Virgen de la Victoria que llevamos en una visita a Suiza. Después pasaron los años y, como con tantos, perdimos el contacto.

Hace unos días recibí una nota lacónica de su hija: “mi padre está mu malico, reza por él”. Así lo hemos hecho. Pero esta nota me ha permitido recordar que aquellos esfuerzos, aquella locura, no cayeron en vano. Una pequeña aportación desde Málaga, de esos hoy denostados e incomprendidos, desde dentro y desde fuera, “Cursillos de Cristiandad”, permitió a un ciento de hispano-suizos de todas las regiones recordar que son hijos de Dios, hermanos de Cristo y templos vivos del Espíritu Santo.

Que Dios bendiga al “torero”, a Chema y Boni, a Julio Palacios y a tantos otros que se fiaron de Dios a través de nuestra modesta intervención y su vida cambió para siempre.

Foto de nuestra llorada Maribel, Valentín y Antonio El torero