“El segmento de plata” por Manuel Montes Cleries

m.montescleries@telefonica.net

Corintios en Málaga

Málaga 27 de febrero de 2014

 

   Durante la primera mitad del siglo I, allá por el año 57, aquél romano de Tarso, escribió las cartas más leídas y releídas redactadas a lo largo de todos los tiempos. En ellas comunicaba a los fieles de la Comunidad de Corinto, la forma de vivir el cristianismo en profundidad y sin rodeos. San Pablo en sus escritos desgrana de forma sencilla su encuentro con el Señor y la transformación que dicha circunstancia ha dado a su vida.

 

De esa carta, el fragmento que más se predica, se publica e intenta vivir, es el llamado himno a la Caridad que se recoge en el Capítulo XIII; lo que yo llamo “el Catón del Cristianismo”, porque si no se entiende esto, no se entiende nada del Evangelio de Jesús. De todas formas, la ignorancia religiosa que nos invade, considera estos versículos como una cosa “mona” que se lee en las bodas y queda muy bien. He escucha do decir -a un “espabilado”- que se trata de un pensamiento de Tagore.

 

     En Málaga, hay un nutrido grupo de cofrades que han escuchado la Palabra recogida en el Capítulo XIII de la primera carta a los Corintios y la han hecho vida. Son los que han puesto en marcha la FUNDACIÓN CORINTO. Una iniciativa que se ha hecho realidad con la apertura de un economato en el que atienden a las familias en riesgo de exclusión social que son vecinos del entorno de sus cofradías. Una feliz idea que consigue rebajar de forma extraordinaria el valor de los artículos de primera necesidad que consumen los beneficiarios.

 

Estos cofrades han recuperado de forma muy especial los fines que inspiraron la creación de las cofradias: la atención a los feligreses menos favorecidos a lo largo de su vida y a la hora de la muerte. Esto lo han venido realizando desde siempre, pero ahora lo hacen de forma más efectiva.

 

No me canso de recordar que el secreto del cristianismo se basa en el encuentro con Dios y con los hermanos. Los cofrades dan culto a las Imágenes Sagradas y a los cristos vivos que nos rodean.

 

Enhorabuena por su iniciativa y su trabajo. En el barrio de Capuchinos se ha montado una tribuna tan hermosa, o más, que la de la Plaza de la Constitución. En sus instalaciones siempre es Semana Santa.    

 

                      CORINTO

Me puede

23 f, 14

LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

m.montescleries@telefonica.net

                                               Málaga 24 de Febrero de 2013

 

ME PUEDE

 

Me puede, me enerva y me envenena la situación de los africanos que quieren entrar en Europa. Me puede porque, una vez más, se manifiesta la hipocresía de los países que se autocalifican como democráticos y solidarios, mientras impiden, de una forma terrible, el paso al bienestar y la libertad a aquellos que carecen de los mismos. Tan solo nos interesan los que vienen amparados por el petróleo o por sus aptitudes deportivas. Me da vergüenza como se nacionalizan etíopes, somalíes, nigerianos o norteafricanos que destacan en el fútbol o en el atletismo, mientras se les niega el pan y a la sal a los pobres. Distinguimos entre el “moro” y el “musulmán”; el “negrata” y el “africano”; en función de su status económico. Al final, es un tema de “pescaitos fritos” o caviar. De dátiles o de petróleo.

 

Me muero de vergüenza ajena y personal ante la situación que se produce en Ceuta, Melilla o Lampedusa; de contemplar la llegada a las playas de la Costa del Sol, (yo he visto un desembarco de una patera ante mi casa de la torre de Benagalbón), en medio de los bañistas, que les ayudan en lo que pueden; de ver como los políticos esgrimen como armas arrojadizas a los pobres inmigrantes.

 

     La buena noticia de hoy me la manifiestan los miembros de la Cruz Roja o de la Guardia Civil que están ahí para cumplir lo que les manden y que –como siempre- se “comen el marrón” de los insultos e improperios de los que criticamos desde la cómoda postura de espectadores. Pero especialmente me ha emocionado la actitud de dos “polizones” del Melillero que han preferido perder su oportunidad de “embarcarse”, para ayudar a diez emigrantes que saltaron de una patera, para evitar que se ahogaran.

 

Los pobres subsaharianos creen que una vez pasado el desierto  (una travesía que les cuesta un par de meses de penurias) tan solo  tienen que pisar tierra española. Desconocen que la mayoría de ellos son devueltos de nuevo al otro lado de la frontera, reiniciando el calvario.

 

Desde aquí nos justificamos diciendo que estamos muy mal. Pero no es eso lo que transmitimos por los medios, con la locura futbolística, el derroche de alimentos y la vidorra que se pega la gente guapa –la que ven en la tele-. Desde la pobreza y el sufrimiento, observan como celebramos la Navidad, el Carnaval, la Semana Santa, el veraneo y la feria, sin solución de continuidad. Por suerte o por desgracia convivo a diario con emigrantes. Ellos siguen pensando que esto es Jauja. Y para ellos lo es. Tenemos agua corriente, duchas, luz en nuestras casas, colegios para los niños, sanidad para todos y comedores sociales. Un lujo para la mayoría de ellos. Pienso, humildemente, que, en la medida que podamos, tenemos que recibirles, admitirles y ayudarles. Como personas y como hermanos. Hace años un servidor de ustedes manifestaba: Ponga un emigrante en su vida”. Y en esa estamos.

 

 

 

 

emigrantes

Pararse

20 f, 14

 “El segmento de plata” por Manuel Montes Cleries

m.montescleries@telefonica.net

Pararse

Málaga 20 de febrero de 2014

 

   Hay momentos en la vida, en los que dado el exceso de información y lo “variado” de la misma, te entran ganas de echarte al monte o de esconderte con los Lamas en el Tíbet. Lo fácil es hacer lo que hacen los políticos o los periodistas “de camiseta”. Decir que “tu más”, o airear problemas y no aportar soluciones. Ante los gritos de auxilio de los inmigrantes de Ceuta y Melilla, las penalidades de las embarazadas que se encuentran en la dolorosa encrucijada del aborto, de la proliferación de familias rotas y de otras muchas circunstancias dolorosas, lo que hacemos es tomar una opción que tiene mucho que ver con lo que nos dictan nuestras preferencias políticas y no con lo que nos dicta el corazón… Como el problema no es nuestro… También nos molesta que se nos recuerde que los cristianos tenemos que vivir de acuerdo con lo que propugnamos, especialmente aquellos que tenemos una responsabilidad y somos un espejo en el que se miran los demás. No podemos perder de vista que por encima de todo tenemos el camino que nos traza el Evangelio. Aunque nos cueste, que nos cuesta.

 

Ante esa avalancha de noticias y de situaciones, nuestra cabeza se llena de juicios y nuestro corazón de sentimientos. Para transformar estos juicios y estos sentimientos en obras, es imprescindible pararse. Y pensar. Rodearte de una música adecuada y de unos sentimientos positivos. A mi, me va muy bien, “enchufar” una página de mi ordenador que me ayuda a serenarme. Se llama “rezando voy” (www.rezandovoy.org). A lo largo de una docena de minutos te transmite el mensaje de Jesús de cada día, reflejado en el Evangelio, entre unos silencios valorativos y una música apropiada. Te deja como nuevo. Tu alma se serena y tú intentas seguir luchando cada día por intentar hacer un mundo mejor.  En una sociedad en la que te pasas la vida hablando por teléfono, enganchados a las redes, o mirando la televisión, esos minutos te llevan a un remanso de paz. Os lo prometo.

 

Por cierto, si encima lo que piensas lo pasas al papel, te encuentras con que, sin querer, has publicado 101 entradas en el blog de Diócesis. No está mal. Por lo menos me ha servido para verme por dentro y pensar en el segmento de plata.

 

                          rezando voy

Enamorados

15 f, 14

LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

m.montescleries@telefonica.net

                                               Málaga 17 de Febrero de 2013

 

ENAMORADOS

 

Un año más, hemos celebrado el día de los enamorados. Un invento comercial, sin una base teológica aceptable. En su día, el recordado Valentín, oficiante de matrimonios, fue defenestrado del santoral, dada la dudosa documentación en que se basaba su veneración. De todas formas, el Papa Francisco, con su talento y perspicacia habitual, le ha vuelto a dar sentido a esta celebración, en una simpática ceremonia en la que nos ha exhortado a mantener nuestro vínculo o promesa a los casados, o a aquellos que están en camino de serlo. Por cierto, no ha olvidado ni a las suegras.

 

Estamos acostumbrados a celebrar lo que sea con el motivo que sea. En este caso está bastante justificado. Los seres humanos necesitamos querernos. La relación amatoria se manifiesta en una realidad muy palpable: comunicarnos nuestro amor y publicarlo a los cuatro vientos.

 

Uno que anda en la tercera fase de la vida amorosa (la primera es el “atontamiento visceral”, la segunda es la genitalidad y la tercera es la de “envejecer juntos”), valora mucho la frase de aquél amigo mayor que decía siempre a su mujer: “pido a Dios que vivamos muchos años juntos y, que cuando falte uno de los dos, poco tiempo separados”.

 

La realidad es que la perseverancia en el amor tiene muy mala prensa. -ya se ha inventado el anti-día de los enamorados (el 13 de febrero) con gran éxito de prensa y público-. Los que no han descubierto nunca el verdadero amor, porque lo comparan con el capricho o la coyunda, hablan del “compromiso” a 30, 60 o 90 días. Como si fuera la compra de una lavadora. El amor –de verdad- es renunciar, compartir y llegar a aceptar los defectos del otro. Que siempre los tiene.

La buena noticia de hoy es que, aunque solo sea por un día, hemos mirado al cónyuge con una actitud amorosa y sincera. Por lo menos así lo espero. Una vez al año no hace daño. Sería mucho mejor que todos los días fueran así. Estar enamorados es “vivir en amor”. Difícil, pero no imposible.

 

 

san valentín

 “El segmento de plata” por Manuel Montes Cleries

m.montescleries@telefonica.net

¿Cuándo tú llegas…?

   Málaga 13 de febrero de 2014   

 

                  Hace muchos años, demasiados, cayó en mis manos una hoja de papel con cuestiones para motivar a la reflexión. Entre otras preguntas, lanzaba la siguiente: ¿cuándo tú llegas a cualquier sitio, aportas alegría o tristeza? ¿Se alegran de tu llegada o, por el contrario, le amargas la vida a cuantos están allí?

 

Parece mentira, pero hay frases que te marcan para toda la vida. Esta ha sido, para mí, una de ellas. Los que presumimos de rectitud, de hacer bien las cosas, confundimos los términos y nos movemos, a veces, tan solo en el campo de la crítica ácida y la intolerancia. Mientras más mayores, peor. En infinidad de veces, la gente lo está pasando bien, haciendo el ganso, disfrutando de la vida, y aparecemos con un gesto contrariado, intentando transmitir una rigidez que nada tiene que ver con el amor y la comprensión.

 

Esta actitud la acendramos cuando estamos en nuestra casa o entre los más cercanos. En la calle, intentamos hacer el “paripé” y quedar bien, con una mueca forzada ante lo que no nos gusta o consideramos “incorrecto”. Con los que conviven contigo es distinto. Ahí “nos lucimos”.

 

De un tiempo a esta parte he optado por esforzarme en aceptar a los demás como son; especialmente a los míos. Y he descubierto que se consigue más con una sonrisa que con un montón de reproches. En tu relación con los demás sucede lo mismo. Llevo mucho tiempo observando que los funcionarios, los empleados de banca, los sanitarios y, en definitiva, todos aquellos que te prestan sus  servicios, mimetizan tu actitud. Cuando les tratas con amabilidad (algo más que la corrección), saludan y sonríen; solucionan problemas, en vez de crear dificultades, y terminan por sentirse tan satisfechos como tú de la relación laboral, profesional o personal que mantienen contigo.

 

Os propongo que hagáis la prueba. Algún amigo, a instancias mías, lo está haciendo. Ha descubierto que la gente contesta a los saludos, habla en los ascensores y disfruta solucionando tus problemas, en vez de crearlos. El cambio de actitud beneficia a todos. Tiene que empezar por nosotros mismos. Los del “segmento de plata”. Los que tenemos mucho que ganar y poco que perder con nuestra opción por la amabilidad. Si lo hacemos, nuestro pequeño mundo será más respirable.

 

sonreir

LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

m.montescleries@telefonica.net

                                               Málaga 10 de Febrero de 2013

 

UNA MALAGUEÑA EN MOSCÚ

 

En la Facultad de Ciencias de la Comunicación nos enseñaron a valorar cuanto se emite, difunde o publica. En cualquier momento puede surgir la entrevista, la noticia o el video que te haga reconciliarte con esta bendita profesión y, por derivación, con el mundo.

 

En la emisora de PTV en Málaga, a la que tengo un especial cariño, porque me dio la posibilidad de iniciarme en este mundillo, hay un programa que presenta un compañero que posee una gran sensibilidad con las cosas de Málaga y lo malagueño. Se trata de Antonio Márquez y su programa: “Objetivo Málaga”. En dicho espacio se realizan entrevistas en profundidad, con personas anónimas, la mayoría de las veces, o que no pertenecen a la elite cultural o política. “Pescaitos fritos”, pero de una talla considerable. De aquellos que no se pueden recoger en manojitos porque no hay muchos semejantes.

 

El pasado 24 de enero, entrevistaba a una chiquilla de veinte años, que transparentaba su dulzura y su música en su forma de conversar y, después, en los arpegios de un arpa, con la que interpretó una sonata con maestría rayana en la perfección. Pueden verla en el enlace: http://www.youtube.com/watch?v=RET70g2dfuE. En dicha entrevista comentó sus estudios en el Conservatorio de Moscú, donde está cursando los últimos años de la carrera de dicho instrumento. Además, indicó que quiere ampliar sus estudios en Paris o Lyon; las capitales donde proliferan los estudiantes, los concertistas y los compositores especializados en dicho instrumento.

 

Hasta aquí todo es una buena noticia. Pero para este humilde servidor lo es mucho más. Gloria del Pino López, que así se llama nuestra estudiante de arpa en Moscú, pertenece a una familia coraje. Con dificultades de todo tipo a lo largo de una vida difícil. Luchando con las contrariedades. Se ha criado en un ambiente artístico que sus mayores se han preocupado de mantener y estimular. Los resultados son, por una parte, un excelente bailarín que está ampliando estudios en Londres; por otra, nuestra concertista de arpa y, finalmente, un miniMessi en “construcción”.

 

La tenacidad y el empeño hacen superar las penalidades, haciendo salir a la luz el talento. Detrás de todo esto hay una voluntad de hierro, escondida en una fragilidad aparente. Hoy soy totalmente feliz, como lo sería un excelente melómano, prematuramente fallecido y que seguro que desde el cielo lo disfruta. Su bisabuelo. Mi padre, Manuel Montes Abolafia. Hoy nos hemos unido para escuchar a Gloria. Un nombre muy importante en mi familia.

 

 

arpa

 “El segmento de plata” por Manuel Montes Cleries

m.montescleries@telefonica.net

Robos en la Iglesia                                   

   Málaga 6 de febrero de 2014   

 

     Los medios de comunicación han recogido últimamente la noticia de los robos realizados en la Iglesia Catedral de Málaga. Desgraciadamente este hecho no es ninguna novedad; desde siempre, parece que los cacos tienen una inclinación a apropiarse de los bienes eclesiales, recogidos a través de siglos por la contribución de los feligreses y las donaciones de los que se sienten agradecidos. Ya durante las cruzadas, los “libertadores” de la época dedicaban más tiempo al latrocinio y a la extorsión, que a la liberación de los Santos Lugares. Los templos siguen siendo pasto de la ambición humana y caldo de cultivo de los amigos de lo ajeno, cuya “afición” y, a veces, necesidad, es alimentada por anticuarios poco escrupulosos y “amantes del arte” que quieren convertir sus domicilios en “pequeños vaticanos”.

 

Además de sentir profundamente lo sucedido, este hecho me ha invitado a profundizar en la reflexión sobre aquellos ladrones de guante blanco que robamos a la Iglesia su legado. Somos los que no transmitimos el mensaje evangélico con limpieza y sin interpretaciones. Los que largamos pesadas cargas a los demás sin intentar llevar la nuestra con dignidad. Los que nos quedamos más en la letra que en el espíritu del Evangelio de Jesucristo.

 

Robar a la Iglesia es no vivir las obras de misericordia, huir de las Bienaventuranzas y considerarla un cortijo privado en el que no cabe quien no piense como nosotros. Nunca seremos detenidos por ello. Es más, nos sentiremos orgullosos de nuestra actitud. Ni siquiera pensaremos en otra cosa que en nuestra verdad. Seguiremos intentando salvarnos nosotros, sin darnos cuenta que tenemos que salvar el mundo.

 

De verdad que siento que un pobre hombre haya caído en la tentación de robar, influido por las circunstancias o la necesidad. Se ha equivocado totalmente. Pero hoy quiero reflexionar sobre nosotros, los del segmento de plata, los que por haber vivido mucho pensamos que sabemos lo suficiente y lo hacemos muy bien. Estamos a tiempo de no robar la palabra a las generaciones que nos siguen. La palabra de Dios. La nuestra, ya la defendemos con uñas y dientes. Faltaría más.

 

robos en la Iglesia

LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

m.montescleries@telefonica.net

                                               Málaga 3 de Febrero de 2013

 

LA MÁLAGA SOLIDARIA

 

 

He tenido la fortuna de haber sido encargado de la creación y desarrollo de una serie de programas de televisión que se están emitiendo en Onda Azul, la emisora municipal de Málaga. Optamos por el nombre de “La Málaga solidaria”, porque estimábamos que dichos espacios iban a recoger las actividades de esos colectivos e individualidades que se preocupan de descubrir, denunciar e intentar solucionar los problemas humanos que proliferan, desgraciadamente, en nuestra ciudad.

 

Mi presencia en el rodaje de dichos programas, como director y presentador de los mismos, me produce unas sensaciones contradictorias cada vez que me acerco a los mismos. De una parte, percibo con intensidad el dolor y el sufrimiento de una parte muy concreta del mundo que nos rodea, esto me trae, a veces, una sensación de impotencia, cuando no de cabreo, ante lo injusto de una sociedad que habla sin sonrojo del “estado del bienestar”, cuando dicho “estado” tan solo es disfrutado por una pequeña parte de los malagueños. Por otra, disfruto al contemplar como el esfuerzo mancomunado de aquellos que de con una dedicación que sobrepasa  lo profesional y lo voluntario. Se preocupan de paliar y, a veces, de suprimir las dificultades y carencias de segmentos concretos de nuestra sociedad.

 

La buena noticia de hoy la recojo del programa que se va a emitir el día 4 de febrero a las 20,30 horas en Onda Azul Televisión. Se trata de un espacio rodado en la Casa de acogida Colichet, en el barrio malacitano de Churriana. Dicha casa, gestionada por Caritas de la Iglesia de Málaga, tiene como objetivo principal lo recogido en su declaración de principios: Pretendemos darle el valor a la dignidad de la persona independientemente de sus circunstancias personales, creencias, etc. La enfermedad es sólo una circunstancia y no el centro de la persona”. “El SIDA no es un hecho exclusivo de los sectores sociales en exclusión, pero, es en estos colectivos donde las consecuencias, son si cabe más graves, pues las posibilidades reales de acceso al conjunto de recursos necesarios para cubrir el objetivo de la «calidad de vida» son más complicados”.

 

    Me he encontrado con un grupo de profesionales, de monjas de la Caridad y de voluntarios que cuidan con celo y especial cariño de un grupo de personas que padecen una temible enfermedad de nuestros tiempos y que, gracias a Dios, se ha conseguido controlar y conseguido pasar del estadio de dolencia terminal a crónica. He descubierto mucho amor entre todos. Una complicidad en un mundo difícil a la vez que desconocida entre el resto de los mortales.

 

   Colichet y sus gentes son una buena noticia.

 

 

 

colichet