MONJAS

16 f, 24

 El segmento de plata

Por Manuel Montes Cleries         

                                                  Málaga 16 de mayo de 2024

       En estos días ha saltado la noticia de una rebelión de hermanas Clarisas en unos conventos del Norte de España

        La disputa entre dos comunidades religiosas de monjas de clausura, ha inundado los programas de televisión y las editoriales de los periódicos. Los medios están hartos de  elecciones y componendas y se han agarrado a este tema como si se tratara de un clavo ardiendo.

        La noticia adquiere una relevancia añadida cuando se trata de insistir en los defectos de la Iglesia Católica, que los tiene, de los que todos hablamos aunque nos interese poco. Casi siempre aprovechamos para hurgar en la herida. Pero no nos perdemos un fasto, una celebración o una ceremonia.

         Para colmo, interviene en el lío un personaje peculiar. Un obispo “ful” elevado al episcopado por un cardenal vietnamita que va por el mundo ordenando a cuanto fantoche se le pone a tiro. Después de liar la que armó en el Palmar de la Troya, se han ido sucediendo una serie de prelaturas a cual más disparatada. Unos “carcas” que dejan lo de Lefebvre a la altura del betún. El último “iluminado” es nuestro amigo Pablo de Rojas y otras hierbas.

       La cosa es de dinero y la excusa es la fe. Como siempre. No creen en esta Iglesia porque les impide hacer sus trapicheos económicos. Lo de los mercaderes a la puerta del templo sigue vigente. Así que montamos otra y todo solucionado.

       Una vez más se vulneran todos los preceptos evangélicos. Esta postura hace recelar de la inmensa mayoría de cristianos que asumen sus creencias y las ponen en práctica. Estas monjas litigantes chocan con esas otras hermanas de clausura que viven en conventos casi en ruina y apenas tienen ingresos para poder alimentarse mientras oran y trabajan.

    Menudo par de personajes el obispo de marras y su portavoz adjunto. Parecen sacados de una mala serie de televisión sobre la aristocracia del siglo XVIII. De un plumazo han defenestrado a una serie de Papas. Estos sí que son más papistas que el Papa. Por sus hechos les conocemos: dinero, poder y prestigio. Lo que no entiendo es como esta gente todavía engaña a nadie con su discurso trasnochado, sus trajes de opereta, sus doncellas y sus mayordomos. Un claro ejemplo de conservadores-conservaduros.

     Me dan pena esas monjas norteñas. Lamento que no haya cerca una Santa Teresa que las ponga en su sitio. Con caridad, pero con claridad. No nos queda otro remedio que rezar por ellas.

MARBELLA

12 f, 24

 LA BUENA NOTICIA    DE Manuel Montes

                                                                    Málaga 12 de mayo de 2024

MARBELLA

    Marbella ha dejado de ser aquel bello pueblo de la costa occidental en el que veraneaban las gentes con posibles de mediados del siglo pasado

     A lo largo de los años, lo que antes era una villa apacible y sosegada, se ha convertido en una ciudad grande que se desparrama entre la costa y las lomas de la Sierra Blanca. Queramos o no, el último despegue, para bien o para mal, se produjo en el “reinado” de Jesús Gil. La llegada de los petrodólares, la especulación mobiliaria,  el boom de Puerto Banús y la invención de una jet-set de pacotilla, terminaron de crear un clima que no me atrevo a calificar.

      Hace años descubrí el Torremolinos profundo a través de un libro altamente esclarecedor: Hijos de Torremolinos, de Michener (1971). Ahora estoy conociendo Marbella a través de una serie que se está emitiendo en MoviStar. Su nombre: Marbella.

    Me da la impresión de que se están pasando un poco. Presentan una ciudad que deja en mantillas al Chicago o la Sicilia de su peor época. Todo un plantel de mafiosos internacionales, políticos, abogados, policías, juzgados y aduaneros corruptos. Fiestas tumultuosas de “chunda-chunda” en las que corre el champán y la droga. Lo peor de cada país, entronizado en una zona bien determinada. Violencia, asesinatos, sexo, tráfico de drogas a gran escala y prostitución. Todo un dechado de lo deleznable, protagonizado por una caterva de individuos deshumanizados.

   Me da la impresión de que los guionistas están rizando demasiado el rizo. Están generalizando sobre la base de episodios que, desgraciadamente, se presentan a menudo. Además, se han centrado en un segmento de población que fluctúa alrededor del dinero fácil y la fiesta continua.

     En un momento de la serie, el protagonista habla de la necesidad del tráfico de droga para mantener y mejorar la economía del país. Me imagino que se referirá a la economía de la corruptela. Es la teoría que se sustenta en la necesidad de mantener el consumo de alcohol y de tabaco para mantener la economía de los países “civilizados”.

      La buena noticia de hoy nos la transmiten esa pléyade de marbellíes de buena voluntad, gente trabajadora y emprendedora, y ese otro colectivo integrado por  súbditos de otros países, que han decidido venirse a vivir a la Costa del Sol. Una ciudad maravillosa con unas playas paradisíacas y unos hoteles y restaurantes que pueden competir con los mejores del mundo.

    Esta serie le puede quitar las ganas de venir a Marbella a una gran parte de posibles visitantes. Espero que, como compensación, presenten en otro momento la maravillosa ciudad que se encontraran los que deseen disfrutar de un clima, unas playas y unas instalaciones esplendidas. Marbella no es ni la de las películas de los ochenta, ni las de Torrente, ni las de esta serie. No es solo Puerto Banús, la Milla de Oro y los Maserati. Es una ciudad acogedora y cosmopolita. Con 150.000 habitantes maravillosos y unos pocos menos recomendables.

EMÉRITO

9 f, 24

El segmento de plata

Por Manuel Montes Cleries         

                                                  Málaga 9 de mayo de 2024

       La palabra emérito no suena muy bien últimamente, pero sin embargo, recoge una actividad altamente encomiable

        Nos hemos acostumbrado a hablar del “emérito” de una forma peyorativa y, casi siempre con una malévola segunda intención. En mi “segmento de plata de hoy” voy a romper una lanza en favor del verdadero sentido de dicho término y la excelente conexión con nuestra labor como jubilados “en servicio”.

     Así recoge la RAE el término emérito en su primera acepción; “Dicho de una persona, especialmente de un profesor: Que se ha jubilado y mantiene sus honores y alguna de sus funciones”.

      He tenido la oportunidad de convivir con dos personas que gozan de todas las cualidades para ser dignos de recibir esta calificación. En primer lugar Don Ramón Buxarrais Ventura, Obispo Emérito malacitano que sigue en la brecha a pesar de sus años y sus achaques. Sigue ejerciendo sus funciones de pastorear el rebaño a su manera y merece todos nuestros honores.

      El segundo personaje emérito le he conocido la semana pasada. Se trata del Catedrático Emérito de Arqueología de la UMA: el Profesor Rodríguez Oliva, Que debido a la enfermedad de la profesora titular del curso, se hizo cargo de una clase de Arqueología Romana, a la que tuve la suerte de asistir.

    Una auténtica delicia de lenguaje cercano dentro de una lección magistral. Los alumnos permanecidos embobados ante una disertación de hora y media que se nos pasó en un suspiro. No tuve más remedio que acercarme al terminar su disertación para felicitarle por su bien hacer. Cumplió colmadamente su docencia y se gano todos nuestros honores.

     Esta es la motivación que me anima a redactar cada semana este “segmento de plata”. El hacer ver a aquellos que estamos jubilados, pero que aun tenemos algo de transmitir, la posibilidad que tenemos de trasladar a las generaciones venideras nuestra experiencia, basada en años de aprendizaje, trabajo y experiencia.

      Creo que a los “eméritos” también les viene bien volver a tirar de sapiencia de vez en cuando. Se desengrasa la mente y se rejuvenece el espíritu. Gracias Profesor.

PROYECTO COMÚN

5 f, 24

 LA BUENA NOTICIA    DE Manuel Montes
                                                                    Málaga 5 de mayo de 2024

   La única forma de avanzar un país, o una relación, se sustenta en la puesta en marcha de un proyecto común

    Vivimos en un país cainita que lleva toda la vida con sus habitantes  tirándose los trastos a la cabeza. Desde que dimos el vuelco hacia la democracia, ya hace casi setenta años, vivimos en un ambiente político que se preocupa más de resaltar lo que nos separa, que de poner en marcha lo que nos une.

    Una manera más de perder el tiempo y de encrespar los ánimos. Aquella canción que coreábamos: “el pueblo unido, jamás será vencido”, se ha quedado en agua de borrajas, merced a la intolerancia y la incapacidad de llegar a acuerdos por aquellos que hemos designado para esa misión.

      Aquellos que debían de mostrarnos el camino común, se empecinan en resaltar las diferencias irreconciliables y el desprecio absoluto por un proyecto común mediante un desesperado culto al “yo, mí, me, conmigo”. El que no está conmigo, está contra mí. Todo ello se manifiesta en un espectáculo bochornoso que presentamos  ante el resto de las naciones, a las que intentamos meter en el ajo. Representa una clara apuesta por que seamos expulsados de todas esas sociedades internacionales a las que tanto trabajo nos ha costado acceder y a las que nos pasamos por el forro de los caprichos.

    Unos u otros tenemos líos con el Magreb, el conflicto palestino, media Sudamérica, el poder judicial, los campesinos, las comunidades históricas y las otras, los medios de comunicación de una cuerda o de la de enfrente, y ahora nos toca con el recién llegado presidente argentino. Para colmo nos hemos puesto tan exquisitos que nos vamos a cargar de un plumazo los toros, la caza, pesca y solo nos queda el excursionismo. Tan solo nos va a quedar la petanca, el mus y el futbol que también tiene dividida a España.

    ¿Dónde está la buena noticia? En las nuevas generaciones. Pasan por completo de estos líos. Hoy he comido con una veintena de familiares. He oído hablar de formación, de trabajo, de viajes culturales, de vivir y disfrutar la vida. Nada de descalificaciones, insultos, radicalismo y enfrentamientos. Espero mucho de los líderes de los años 30.

    Creo que nuestro país tiene mucho que aprender de esos matrimonios que perviven gracias al proyecto común. Este consiste en mirarse menos a la cara para descubrir y resaltar los defectos. Inteligentemente, y por el contrario, ponen la vista en un futuro en paz y sin promesas que sabemos que no van a poder cumplir. En vivir el día a día mirando hacia delante. Ojala pongamos un poco de cordura en este maremágnum. Si todos nos tenemos que tomar cinco días de reflexión… nos los tomamos. Pero salgamos con algo más positivo.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                    EL SEGMENTO

de Manuel Montes Cleries

                                                                               Málaga 2 de mayo de 2024

    Esta frase vuelve a mi mente en reiteradas ocasiones. Se trata de realizar un proceso que te ayuda a mantener el rumbo

     . Personalmente necesito pararme y pensar por lo menos una vez al año. Me sienta mejor que una prolongada estancia en uno de esos balnearios con “spa” y sopicaldos. En la vida, aunque nosotros no queramos, estamos  enganchados a lo que nos rodea; como si una reata de ganado nos envolviera. Hay veces que me siento como esas ovejas que son azuzadas por perros ladradores o pastores vociferantes, que me obligan a no pensar y hacer lo que me dicen. El ruido y el sistema nos llevan a entrar por la puerta del redil que se nos impone. En estas circunstancias es muy difícil remar contracorriente o salirse de la masa.

    En todos los aspectos de nuestra vida -especialmente ahora, cuando las redes sociales y los medios de difusión nos bombardean con lo que tenemos que sentir, vivir o creer- nos sentimos manipulados e impelidos por la vorágines de sensaciones, consignas e ideas políticamente correctas.

     Para realizar esta experiencia el proceso es muy simple: Una vez que te has puesto a cero –has reseteado tu mente-, te pones a pensar. Sí. Eso que consiste en dejar que brote de tu cerebro y de tu corazón cuanto de noble y de positivo hay en él. Recordar todo lo bueno que has vivido, olvidar todo lo malo que te ha pasado. Vivir el hoy intensamente, aprovechar las maravillas que nos ofrece el mundo que nos rodea y, finalmente, dejar el futuro en las manos de Dios o del destino, según creencias.

      Para eso me paro de vez en cuando. En esta ocasión me ha servido de escusa la intención de nuestro presidente de hacer un alto en su vida política. Lo que ignoro es si ha pensado. Tiempo y animadores ha tenido. “Por sus hechos le conoceréis”. Si el alto en el camino no te ayuda a orientarte, se trata de un tiempo perdido. Yo, de momento, he decidido dejar que la vida fluya. Sin agobios. Cada día “traerá su afán”.

 LA BUENA NOTICIA    DE Manuel Montes
                                        Málaga 28 de abril de 2024

     Desde siempre hemos estado acostumbrados a considerar que los mayores podían, y debían, instruir a los más jóvenes

      Como decía la zarzuela: “Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad”. Lo que sabíamos ayer es totalmente obsoleto hoy. Las actuales generaciones están más preparadas de lo que los mayores podemos pensar. He descubierto que, hoy en día, los niños ayudan a hacer los deberes a los abuelos.

         Como siempre, tiraré de una de mis vivencias. Necesito confeccionar un póster para un trabajo de historia antigua. Muy ufano yo, tiro de ordenador y me pongo a la tarea. Inmediatamente surge el primer dilema: ¿qué sistema elijo? Se abre todo un horizonte: powerpoint,  Canva, etc. Un universo de sistemas que se escapan a mis pobres conocimientos.

     Recurro a mi hija, maestra en activo, y me da varios consejos. El más importante: “Será mejor que te asesore tu nieta de 12 años, que domina más el tema”. Una vez recorridas dos generaciones familiares, me encuentro con una niña con un dominio de la técnica que me apabulla. Hacemos el trabajo en un santiamén.

     ¿Dónde está la buena noticia? La buena noticia se basa en que las nuevas (las últimas) generaciones han aprendido a manejar los ordenadores antes de hablar. Tengo nietos con un año, que manejan con soltura el teléfono móvil. Cuando nosotros llevábamos pizarra, pizarrín, lápiz, lápiz tinta, plumilla de la Corona, bolígrafo Bic o gomas Milán al colegio, ellos llevan un “ordenata” que sustituye todo lo anterior y les da las tareas casi hechas.

    Es una buena noticia que mi nieta Alejandra (12 años, sexto de primaria),se ponga a ayudarme a hacer los deberes pacientemente. Nos van a poner una buena nota. Definitivamente se han cambiado las tornas.

   (Se me olvidaba, parece que ahora es preceptivo hacer una declaración de principios. Por si acaso. Estoy enamorado de mi mujer desde hace 57 años. ¡Ojo! Que dimito).

El segmento de plata

Por Manuel Montes Cleries         

                                                  Málaga 18 de abril de 2024

    Cuando alguien te dice que te encuentra muy bien, se te encienden de nuevo las luces de alarma

     Aquellos que podemos hablar con soltura del mundo de mediados del siglo XX, nos encontramos a menudo con “amigos” que te dicen sin recato: ¡Qué bien te encuentras!  Tate; estás hecho una birria y eres otra de las victimas del edadismo. Ese tipo de persecución que sufrimos los que no jugamos al tenis a diario y que repetimos un par de veces las mismas cosas.

     Hoy he sufrido una humillación que ha tocado mi fibra sensible. Por lo visto he llamado a un número equivocado (que estaba errado en la página web correspondiente) y por pocas me dicen que soy un inútil y un pesado. No me lo han dicho, pero me lo han insinuado.

     El tema era que estaba hablando con alguien con el que colaboré hace casi 30 años y, entonces, me consideró muy útil. Así es la vida. Estamos sometidos al escrutinio diario de cuantos nos rodean. Aprovechan el menor fallo para recordarte que estas fuera de onda.

     Sí alguien habla atropelladamente, no proyecta su voz o habla demasiado bajo, enseguida te envían a uno de esos establecimientos que nos bombardean constantemente con anuncios de “sonotones” y similares. Entre los odontólogos, los oftalmólogos y los otorrinos vamos a acabar siendo una especie de robot.  

    Nos tenemos que armar de paciencia y comprarnos un diccionario español-argot moderno a fin de poder identificar que nos dicen o con quien nos comparan.

     Esta mañana, dentro de un grupo de jóvenes, salió a relucir un periodista muy famoso hasta anteayer: Jaime Peñafiel. De 40 años para abajo no le conocía nadie. Como se nota que no leen el Hola ni en las peluquerías. Por el contrario, yo no se lo que es un like, ni tengo cuenta en Instagram. Así me va.

    En fin. Buscaré a un gurú influencer  que me ponga al día, con el  fin de no hacer el ridículo. Entre tanto me entretendré apostando por que va a hacer el Presidente el lunes. Esto es bastante entretenido. El martes… volveremos a las andadas.

LIBROS

21 f, 24

LA BUENA NOTICIA  DE MANUEL MONTES CLERIES
                                            Málaga  de abril de 2024

     He caído en la tentación de hacerme con un libro electrónico. Desde entonces los libros han perdido para mí parte de su encanto

     El progreso trae consigo esas secuelas. La falta de espacio me ha obligado a desprenderme de la mayoría de los volúmenes que atesoraba amorosamente desde que tengo uso de razón.

     Dado que no he podido rematar al gusanillo de la lectura, afortunadamente, mal que bien, he seguido apañándomelas con la consecución de libros en edición digital. Nada que ver con el tacto y el olor de un volumen. Nuevo o viejo. ¡Esa posibilidad de hojearlo volviendo atrás y adelante! ¡Ese mundo maravilloso del altillo de la Librería Denis, en el que Jorge reinaba como experto hacedor!

      Por suerte he podido volver a las andadas. Poco a poco me voy haciendo de libros. Libros de consulta que compro o saco de las bibliotecas de la UMA. Libros que me permiten indagar en sus tripas, ojear y hojear muchas veces y, si son de mi pertenencia, subrayarlos sutilmente con un lápiz.

    La buena noticia de hoy, aunque me cueste reconocerlo, estriba en que los nuevos descubrimientos nos permiten acceder a todo un universo de lectura en todos los formatos y en todos los idiomas. Las ediciones digitales se pueden bajar o adquirir con facilidad y a unos precios bastante apañados.

     He descubierto que, al final, todos somos un poco Quijotes. Los libros llegan a desbordar nuestras mentes y a excitar nuestros deseos de conocer. Bendita locura que nos hace abrir el campo de nuestro conocimiento a través de una pequeña pantalla, lo que nos permite recuperar cuanto se ha escrito en el mundo a lo largo de los tiempos.

    Pero donde se ponga un libro nuevo, interesante, con olor a imprenta y lleno de cultura o nuevos descubrimientos, que se quiten las pantallas. Lo siento. Son cosas de viejo.

El segmento de plata

Por Manuel Montes Cleries         

                                                  Málaga 18 de abril de 2024

    Cuando nos encontramos en época de elecciones, los políticos aparecen totalmente sonrientes ante sus seguidores

    Se trata de una tónica general. En el momento en que entran al lugar donde se celebra el mitin, todos comienzan a aplaudir como si no hubiera un mañana. Los ponentes y los asistentes exhiben una amplia sonrisa “profidén”. Se instala detrás del estrado una galería de jóvenes (lo más granado del lugar) que también aplauden a la orden del organizador del evento, que utiliza la técnica del regidor de televisión, para pedir aplausos en el momento oportuno.

    Esta situación es bastante chocante. ¿Se alegran por los “brillantes”  resultados de su gestión o por los fracasos del contrario, al que van a pasar a crucificar minuciosamente a continuación? ¿Van a volver a repetir una serie de promesas que saben que no van a cumplir?

   ¿No deberían aparecer compungidos y arrepentidos por sus pobres resultados y, a continuación, declarar su propósito de enmienda? Nada de eso. Volverán a abrazarse entre sí y a felicitarse de haberse conocido. Todo esto, hasta que no cambie la tortilla y donde dijeron digo quisieron decir diego. Seguirán visitando mercados, besando ancianos y acunando niños en sus brazos. Hasta las próximas elecciones. Después si te vi… no me acuerdo.

     Creo que ya no engañan a nadie. Solo van a escucharlos los que son seguidores acérrimos ciegos y sordos para las nuevas ideas. Se echan en falta aquellas primeras elecciones democráticas. Cuando acudíamos a prestar atención a todos los ponentes a fin de conocer los distintos mensajes y obrar en consecuencia.

     Desgraciadamente acabamos votando al menos malo. O en blanco. Para intentar no ser cómplices de aquellos que nos están mintiendo descaradamente. Porque no dicen lo que piensan, ni hacen lo que dicen.

     En estos momentos recuerdo como, en el siglo pasado, en una especie de photoshop, desaparecía misteriosamente de las fotografías la imagen de alguno de los que asistían a los mítines políticos. A lo largo de los tiempos muchos de los aplaudidores sonrientes, van a cambiar de idea a lo largo de los años y van a desear que nadie les conozca. Cuestión de chaquetas.

    Hasta que pasen las elecciones los telediarios se abrirán con sonrisas, abrazos y aplausos. ¡Mientras no sea con puñaladas! Iremos bien. Pero que me expliquen cual es el motivo de sus risas.

CHANQUETES

14 f, 24

LA BUENA NOTICIA  DE MANUEL MONTES CLERIES
                                            Málaga 14 de abril de 2024

      Posiblemente los lectores que no sean malagueños no entenderán lo que encierra este artículo

     Sin embargo, aquellos que hemos podido disfrutar a lo largo de nuestra vida de ese manjar, añoramos la presencia en nuestras mesas del chanquete, desde aquella aciaga fecha del verano de 1988 en la que se prohibió su pesca y comercialización.

    Los que nos hemos criado a orillas del Mediterráneo, sabemos distinguir perfectamente a los pescados pertenecientes a la especie aphia minuta de las crías de otras especies. Los expertos los conocen muy bien y los distinguen al momento. A lo largo de muchos años una sarta de desalmados esquilmaron nuestras costas recogiendo crías de otros peces para dar “morralla por chanquete”. Esto provocó la prohibición.

     Todo este pensamiento surge de un mensaje que recibí ayer. En el mismo se incluía una foto de un “rancho” de chanquetes que despertó mi envidia. Me consta que circulan muchos kilos de este pescado delicioso por las redes marginales. (He podido comprobar que en algún restaurante madrileño siguen sirviéndolos a veces).

     Durante una época de mi vida pertenecí a la tripulación de un boliche que echaba sus redes en las playas rinconeras. Mi trabajo en la barca de “Juanillo el Ufemia”, consistía en “jalar” la veta de levante  con una tralla y aprovisionar a la tripulación con tortas de algarrobo y aguardiente revuelto. Participaba del reparto en especie. Una bolsa del pescado obtenido, que hacía poner el grito en el cielo a mi esposa, harta de freír chanquetes y gastar aceite. Recurríamos a la tortilla y al “en blanco” para gastar el suministro chanqueteril y repartíamos con los vecinos el resto.

     Desgraciadamente aquello se acabó. Ahora pretenden conformarnos con una especie de trozos de plástico a los que les han pintado los ojos provenientes de la China. Pretenden engañarnos como hijos del celeste imperio con algo a lo que podemos llamar “xianketes”. Conmigo que no cuenten.

   La buena noticia de hoy  es que aun podemos disfrutar de los manojitos de boquerones, las conchas finas, los calamares, las gambas de la bahía, los chopitos, etc. Desgraciadamente han desaparecido los copos, pero aun llegan cada mañana a los puertos de la Caleta, o al propio de Málaga, sardinas plateadas o jureles grandes para espetar y todos esos manjares que cuestan un riñón pero que valen un Potosí. Aquí si que entendemos de pescado.

    ¿No se podría abrir la veda un poquito? Temo que algunos chanquetes malagueños estén muriendo de viejos.