Carné antiguo

29 f, 12

 

LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

 

m.montescleries@telefonica.net

 

Málaga, 30 de julio de 2012

 

CARNÉ ANTIGUO

 

      Mi amigo Antonio Checa, que en paz descansa, afirmaba que el ser mayor es la indeseada consecuencia de tener un carné antiguo. Llevaba toda la razón; los dígitos que marcan el año del nacimiento son orientativos, pero nunca definitivos.

 

 

 

     La sociedad, en su evolución, en ocasiones ha dado una excesiva importancia a los mayores y, últimamente, apenas nos hace ni puñetero caso. De una familia patriarcal que vivieron los nacidos hasta el primer tercio del siglo XX, hemos pasado a la familia nuclear, monoparental o simplemente ”rara” que vivimos en la actualidad. Del mayor como centro de la familia, como archivo de conocimiento y como ejemplo de respeto y casi adoración, hemos pasado al abuelo latoso que molesta y que hay que quitarse de en medio. (Nota: esta circunstancia ha remitido últimamente: ahora tenemos al mayor con pensión segura que ayuda a pagar la hipoteca y es una maquina de recoger, cuidar y educar a los nietos por un coste cero). El caso es, que el respeto y la consideración a los mayores se están perdiendo a pasos agigantados en una sociedad moderna de culto a la belleza, la juventud y el egoísmo.

 

 

 

    La buena noticia de hoy me la ha proporcionado el Ayuntamiento del Rincón de la Victoria. Con la que está cayendo, ha tirado de los pocos fondos de que dispone y le ha dado un “repaso de chapa y pintura” al “Centro de Mayores de la Torre de Benagalbón”. Un lugar donde pasan la mayor parte de su vida medio centenar de mayores que habitan ese paraíso y unas decenas de agregados, entre los que me incluyo, que vivimos temporadas entre las orillas de la mar y las de los montes axárquicos llenos de viñas y de almendras.

 

 

 

       Los descendientes de los fenicios, los árabes y los rubios nórdicos dejados en estas playas por la suerte de una arribada forzosa, en suma, las gentes del lugar con un carné antiguo, gozan de un lugar cómodo y agradable donde ahorcarse el seis doble y pelearse cada mañana y cada tarde del resto de sus cansadas vidas. Gracias al Ayuntamiento. Hay cosas que las hacen muy bien.

 

 

 

“El segmento de plata” por Manuel Montes Cleries

El metro de la vida 25-7-12                      

         Hoy es mi cumpleaños. Se me vienen a la cabeza dos ideas en esta fecha que me hacen pensar. La primera es la imagen de mi madre pariendo en el “portal de Jaén”, la modesta vivienda que me vio nacer. Con el “señó Manué”: mi padre; la “señá Pepa” mi madre; la partera, la vecina y mi hermana que andaría por allí espiando. Me gusta la imagen.

       La segunda también se desarrolla en Jaén, en la tienda de telas de mi tío Paco. Me enseña un metro de madera en el que hay señalados los centímetros del uno al cien. El tenía 40 años entonces y señala en la muesca de los 40 cms. Sigue avanzando por el metro y me señala los sesenta y cinco. –Hasta aquí me queda de vida- proclamó jubiloso. (Después vivió diez años más, de propina). Yo, a mis escasos nueve años, vi la distancia que me quedaba entonces y sonreí complacido. El camino era largo.

    Hoy, muchos años después. Veo el metro de la vida con esperanza. No se cuantos centímetros (años) me quedan, pero he decidido aprovecharlos. Lo importante no es la cantidad, sino la calidad. No me gustaría pasar por la vida, sino vivir la vida. No quiero ser espectador de mi “segmento de plata”, sino actor del mismo. En ello estamos. Gracias por sus felicidades. Sesenta y siete años no son nada.

!Socorro!

22 f, 12

LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

m.montescleries@telefonica.net

Málaga, 23 de julio de 2012

¡SOCORRO!

 

       Insisto con mi monotema. Necesito tomar la táctica del avestruz, meter la cabeza debajo del ala y hacer lo que hacen los niños cuando sienten miedo: taparse los ojos. La primera página de los periódicos nos habla de muertos, heridos y asesinados; de rescates, ruinas y fracasos económicos; de paro, huelgas y listas de afectados por la crisis.

 

     Por consiguiente, desde este momento, me declaro en huelga de oídos y de ojos cerrados. De no hacer más caso de los informadores y técnicos que descubren problemas y no dan soluciones. Tan solo nos puede salvar un milagro: el de los panes y los peces. Que repartamos lo que nos ha quedado y sigamos viviendo con el 50 % de lo que teníamos antes. Ya es mucho más que las 2.400 pesetas que ganaba en mi primer empleo, tras unas brillantes oposiciones, que me obligaba a coger un autobús todos los días a las 7 de la mañana, comer de bocadillo y acabar, agradecido,  a las cinco de la tarde, cansado, pero contento de que tenía un trabajo.

 

     La buena noticia que os puedo transmitir hoy, es que, a pesar de todo, somos moderadamente felices, tenemos la salud que nos permite nuestra edad y podemos usar el milagro del mando a distancia. Ya vendrán tiempos mejores. Que les vayan dando a los envenenadores de ideas. Y a los políticos, y a los banqueros, y a cuantos viven de ellos. Son una panda de inútiles. Han estado un montón de años arruinándonos y ahora quieren que arreglemos esto a base de huelgas y de rescates. Que devuelvan lo que nos han robado.

 

     Mientras tanto, mañana nos comeremos los cuatro jureles que ha pescado mi hija. Pasado mañana, Dios dirá. Otro indignado.

Intégrate

18 f, 12

“El segmento de plata” por Manuel Montes Cleries

Intégrate    19-7-12                      

         Llevo un par de meses coordinando y presentando un programa de televisión en la cadena local PTV. Apenas me dijeron el título del programa –INTÉGRATE-, vislumbre las posibilidades que podía reportar de propiciar el acercamiento entre los emigrantes y los malagueños en general.

        El desarrollo de esta serie de programas me ha venido a dar la razón. Inmigrantes de las cinco partes del mundo se han ido acercando a nuestras pantallas, lo que nos ha permitido establecer un dialogo enriquecedor que les ha acercado a ellos a conocer mejor nuestra manera de ser y a nosotros a respetar sus costimbres.

        Esta semana, esta misma noche, presentaremos el programa dedicado a la AsociaciónVicas y a Málaga Acoge. Me quiero detener en la primera; su nombre ya lo dice todo: Voluntariado Islámico Cristiano de Acción Social. No se puede ser más integrador.

       Cuando fui a visitarles, lo primero que me llamó la atención es la presencia en el lugar más destacado de la casa de una Biblia y un Corán. Después, tres cuartos preciosos, perfectamente equipados y arreglados, que esperaban a tres enfermitos africanos y a sus madres. Estarán ocupando dichas habitaciones mientras reciban tratamiento en el cercano Hospital Materno Infantil de Málaga.

    Esta visita me ha hecho sentirme más cerca de los pueblos del otro lado del Estrecho que todo el programa “Alianza de Civilizaciones”. Dios bendiga a esas dos mujeres –una cristiana y otra musulmana- que han entendido perfectamente lo que el Dios Padre común nos manifiesta: Amaos los unos a los otros; mientras los “prebostes” entienden: Armaos los unos contra los otros. ¡Hay que ser torpes!

¿Crisis?

15 f, 12

LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

m.montescleries@telefonica.net

Málaga, 16 de julio de 2012

VAMOS A INTENTAR SALIR DE ESTA

 

       Ver un telediario o escuchar una tertulia de radio es exponerse a caer en depresión. Parece que los comunicadores disfrutamos de un placer morboso metiéndole a los sufridos españolitos las cabras en el corral. Por otra parte, los líderes de los partidos políticos, con su gracia y mano izquierda habituales, nos recortan cada día como si fuéramos morlacos de los “sanfermines”. Otros, desde la oposición, proclaman “como podéis ver la culpa es vuestra” y “hay que hacer justo lo contrario de lo que estáis haciendo”. Los sindicatos vociferan cuanto han callado en los últimos años anunciándonos un Apocalipsis de huelgas y desgracias sin fin. Pero soluciones… soluciones, no ofrecen nadie.

 

     Es para bajarse de este mundo. Ni una palabra de esperanza ni de alegría. Ni un resquicio para meter, aunque sea de canto, una buena noticia. Para colmo, nuestra última esperanza, los futbolistas olímpicos, son pasados por la piedra por unos senegaleses que parecían un equipo de baloncesto más que de fútbol. Nos han sacado centímetros de talla y de buen juego.

 

    ¿Adónde están las buenas noticias? Hay que buscarlas con lupa; pero haberlas… las hay. La televisión nos saca de la oscuridad. Hay un programa en Telecinco que, de vez en cuando, saca noticias aprovechables. Se trata de las entrevistas del espacio: “Hay una cosa que te quiero decir”. En ocasiones me hace sonreír e incluso emocionarme. El pasado 11 de Julio pudimos comprobar como Manuel Díaz “el Cordobés” hijo, una vez más, amén de ser un excelente torero, ha sabido coger el toro de la necesidad por los cuernos. Tras conocer la Asociación AVAIN, de Mairena del Alcor (Sevilla), y los problemas de financiación que sufrían para montar un centro de día para los necesitados, no dudó en ponerse a su disposición y torear varias corridas para obtener los fondos necesarios. La otra noche se encontró con Pepi, la presidenta de AVAIN  y varios beneficiarios de la misma que se presentaron en el programa para agradecer al torero su ayuda.

 

    “El Cordobés, hijo” con la sencillez, simpatía y capacidad de comunicación que le caracteriza tan solo dijo: “me siento cada día más orgulloso de haber sido elegido para este fin”; “os doy las gracias por haber recurrido a mí”.

 

    ¿Qué tiene que ver esto con la crisis? Pues que esta no se va a detener con la política de meternos el miedo en el cuerpo en cada telediario, ni con el paripé de quitar en el futuro un 30% de los concejales. He escuchado a alguien decir que esto se arregla a la alemana o a la china. Para hacerlo a la alemana, nos falta industria; para hacerlo a la china, nos falta gente. Lo tenemos que hacer a la española, como siempre; lo haremos con el sacrificio de los “pescaitos fritos” tipo “Cordobés” que dan parte de lo que tienen y de lo que son. Tenemos que compartir las dificultades. Estrechando el acordeón del consumo. Ponga un pobre en su vida y quedarán menos, Repartamos lo poco que nos queda.

“El segmento de plata” por Manuel Montes Cleries

Celebrar en vacaciones    12-7-12                      

         Cada verano se nos plantea a los creyentes la celebración dominical lejos de nuestras comunidades. Nos ponemos a la búsqueda dela Eucaristíacercana, pero teniendo buen cuidado de que no se trate dela Misade cumplimento y que además sea aprovechable por toda la familia, niños incluidos.

          A lo largo de muchos años he podido participar de Celebraciones en la playa, en el campo, en campamentos de verano y en las parroquias de los pueblos cercanos a los lugares de descanso. En dichos lugares solemos encontrarnos con sacerdotes que tienen que celebrar siete u ocho Eucaristías cada fin de semana, con el consiguiente cansancio y tendencia a hacerlo lo mejor posible dentro de la posibilidad de caer en la rutina.

       Estimo que los fieles tenemos mucho que aportar –si nos dejan-. Podemos hablar con los más jóvenes para que preparen las canciones y las lecturas, los niños que participen como acólitos, e intentar que los mayores abandonen la actitud pasiva para convertirse en actores y no meros espectadores.

     He podido observar, especialmente en algún pueblo costero onubense, como el esfuerzo de todos consigue cambiar una desabrida plaza en una hermosa catedral en algunos fines de semana veraniegos. A veces por iniciativa del celebrante y otras por la participación activa de los fieles.

     Otrora, en la costa oriental de Málaga, hemos aprovechado los minutos posteriores a las Eucaristías, especialmente los días de diario, para poner en común un repaso de “chapa y pintura” con la puesta en común de las ideas del Evangelio del día.

    Creo que nos quedan cosas que hacer.

Iniesta

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LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

m.montescleries@telefonica.net

Málaga, 9 de julio de 2012

INIESTA

   Andrés Iniesta es un buen tipo. Andrés Iniesta es un poco introvertido; yo diría que hasta tímido. Pero con el balón en sus botas es un auténtico “crack”. Andrés Iniesta se transforma en las celebraciones; en la última, ataviado con un gorrillo tipo “peña feriante” y ligeramente “perjudicado” fue capaz de gritar ¡Viva España! –un jugador del Barça-  y hasta reivindicar su pueblo natal con un ¡Viva Fuentealbilla!

 

   Lo hubiera bordado si se hubiera hecho realidad la noticia, que radio macuto había propalado, en la que se le atribuía la donación de las primas ganadas en el Europeo a las victimas de los recientes incendios levantinos. Pero, lo ha negado personalmente: “cada uno administra sus dineros”. Posiblemente, con esos 300.000 € podrá sufragar los gastos de su boda celebrada ayer domingo. Enhorabuena.

 

   La buena noticia de hoy me la han proporcionado los “pescaitos fritos” españoles. Los sufridos españolitos de a pie que por una vez, y sin que sirva de precedente, nos hemos unido alrededor de una bandera y un canto: “zoy españo”, traducido a todos los idiomas autóctonos de la vieja y maltratada España. Los del norte y los del sur, los del este y los del oeste, los “charnegos” y los “polacos”, los “guipuchis” y los “guanches”, los del Sevilla y los del Betis, los del Madrid y los del “Barça, los de la Expiración y los de la Esperanza. Todos abrazados en un éxtasis ante los goles de los muchachos de Del Bosque y orgullosos de ser españoles.

    La foto que recoge el abrazo de Casillas y de Xavi Hernández ante la copa de Europa, ataviada con los lazos de la bandera española, ha hecho más por la unión de los españoles que los doscientos últimos discursos en el Parlamento Español, y sin necesidad de traductores. A ver si aprenden los responsables de nuestra política de los sabios consejos del Marqués del Bosque: humildad y trabajo en equipo. Sin figuras ni figurones. Así no se nos quedará la figura descompuesta del prepotente Cristiano Ronaldo derrotado mientras grita injusticia. El fútbol y la política hay que hacerlos en grupo. Los autotitulados líderes y salvadores de la patria caen como chinches. Una vez más ha triunfado el grupo y el trabajo colectivo.

 

 

El libro

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“El segmento de plata” por Manuel Montes Cleries

UN libro                       5-7-12

      El otro día escuche en la radio como le hacían a varios tertulianos la socorrida pregunta: ¿Qué libro se llevarían a una isla desierta? Los interrogados echaron manos de diversos tópicos y lugares comunes, que por lo manidos, ni recuerdo.

     En ese momento me hice la misma pregunta y llegué a la misma conclusión que en otras ocasiones: Robinson Crusoe, por el aquél de que me iba a solucionar muchos problemas. Sin embargo me puse a pensar más serenamente y decidí que, finalmente, me llevaría el Nuevo Testamento.

     Ese pequeño librito que puedes obtener en varias versiones –creo que la que se publica en tamaño y forma económica, que regalan en muchas parroquias, es de gran utilidad y todo un acierto-, ha conseguido hasta el momento responder a todas mis interrogantes y  que, cuando me he dejado, ha enderezado los caminos de mi vida. El evangelio de Jesús jamás me ha fallado en sus consejos y cada día me permite afrontar la vida con esperanza.

    Por eso se lo recomiendo a quién lo quiera disfrutar este verano. Que lo lea sin buscarle los tres pies al gato, que tiene cuatro. Sin pedirnos más de lo que nos pide Jesucristo en su mensaje, pero tampoco menos. De nada por el consejo.

 

Estocadas

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LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

m.montescleries@telefonica.net

Málaga, 2 de julio de 2012

SE HAN ESPABILADO

    No se si vamos a salir de esta crisis, pero por lo menos, nos ha servido para espabilarnos. No hay acicate más acentuado que la necesidad. Nos sorprende la capacidad que posee el ser humano de subsistir en medio de las calamidades y solventar las carencias con la imaginación.

 

    Después de que vimos a Charlot cocinar unos cordones de botas en una de las secuencias más hilarantes de su carrera cinematográfica, hemos observado con detenimiento todo tipo de añagazas, subterfugios y trucos para llenar nuestros platos de algo comestible que, con hambre, nos sabe a caviar y jamón de pata negra.

 

    En España, con la maldita crisis, está pasando algo similar

–salvando las distancias- en lo que se refiere al trabajo y la conservación del mismo. Los “ERES”, las hipotecas y los cierres por asfixia de muchas empresas han hecho ponerse las pilas a las sociedades, los trabajadores y los empresarios (salvo los banqueros, que están blindados).

 

   Hace unas semanas comentaba como había cambiado –para bien- el trato que nos dispensaban los funcionarios del Ministerio de Educación. Hoy podría, y lo hago, comentar el excelente trato recibido por todo el personal del SAS. Pero me quiero detener en otro de los temidos ogros de los consumidores: los talleres de reparación de automóviles. Desde siempre he tenido pánico ante las revisiones rutinarias y las averías mecánicas,, especialmente, si parecen una tontería.

 

     Tengo la suerte de poseer un flamante vehiculo que me regalaron mis hijos el día que me jubilé. Con el quiero convivir los próximos quince años merced a un buen cuidado y un seguimiento puntual de sus necesidades. Como ya ha cumplido el periodo de garantía, cualquier incidencia corre a cargo del abajo firmante. Por eso, cuando apareció en una pantalla un aviso de avería, los dedos se me volvieron huéspedes. Con temor y temblor me acerqué al concesionario, al que se respeta más que al confesionario, donde me recibieron con la amabilidad de costumbre. Pregunté por “la dolorosa” –antes de meterme en más gastos- y me dijeron que era un tema de bombillas, que con cuatro euros (sic) estaba arreglado. Todo ello entre sonrisas y amabilidad suma. Cinco minutos… y a la calle. Todo solucionado. Te entran ganas de volver. Ole los talleres con gracia.

 

     Por fin, otro gremio que se ha dado cuenta que lo importante es que vuelva el cliente. Y no que se vaya con la estocada en el hoyo de las agujas y el puntillazo si es necesario. Gracias Sergio. Talleres Benzauto deben estar muy contentos contigo.